Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 5 de junio de 2025


En seguida, según estaba anunciado, la procesión subiría a iglesia del Carmen, edificada sobre un cerro, que domina dicha plaza, y donde se ven y persisten aún sus ruinas, después del terremoto horrible que la destruyó en 1755.

En todo eso estaba pensando Bebé. Bebé estaba pensando. El sable está allí, encima del tocador. Bebé levanta la cabeza poquito a poco, para que Luisa no lo oiga, y ve el puño brillante como si fuera de sol, porque la luz de la lámpara da toda en el puño. Así eran los sables de los generales el día de la procesión, lo mismo que el de él.

Parecieron, en esto, que por el patio venían, hasta seis dueñas en procesión, una tras otra, las cuatro con antojos, y todas levantadas las manos derechas en alto, con cuatro dedos de muñecas de fuera, para hacer las manos más largas, como ahora se usa.

Creo que es esa una sociedad que no le conviene a usted gran cosa... No respondí por no envenenar la discusión. Celestina es pudibunda hasta el exceso y no ve nada más hermoso en la existencia que poseer el derecho virginal de vestirse de blanco en los días de procesión, a pesar de su cara apergaminada.

Unas eran rojas y mortecinas; otras, blancas y erizadas de fulgores: una procesión cada vez más larga y de filas múltiples según el vapor iba avanzando. En lo alto del cielo, un astro poderoso centelleaba con intermitencias, rasgando la obscuridad. Los uruguayos saludaron esta faja parpadeante de luz con patriótico entusiasmo.

Además de los gigantes y danzas, irían doce niños con las hachas delante del guión y la música de la Catedral, conviniendo las partes otorgantes en que el gasto que causasen los dos ministríles que acompañarían los pasos, según la primera escritura, se convertiría en mayor cantidad de fuegos artificiales que se quemarían durante la procesión.

Iba la procesion al Mercado: el que llevaba la cruz subia al tablado donde habian de estar los penitentes, y la dejaba sobre el altar, quedando por la noche bajo la custodia de los religiosos de la Santísima Trinidad.

No llovió. El toldo gris del cielo continuó echado sobre el pueblo todo el día. Una hora antes de obscurecer salió la procesión del Entierro de la iglesia de San Isidro.

Mira; me recojo el cabello, así como lo tengo siempre, y me pongo ¿te acuerdas? como en el día de la procesión, me pongo una camelia. Y Lucía, como alocada, hacía que no la oía. Le deshacía el peinado, le recogía el cabello a la manera que decía. «¿Así? ¿No?

No vas a conocer nuestro Corpus decía a Gabriel . Del que aún alcanzamos nosotros, sólo quedan los famosos tapices que se colocan en el exterior de la catedral. Los gigantones ya no los alinean ante la puerta del Perdón, y la procesión es cualquier cosa. El maestro de capilla también se lamentaba. ¿Y la misa, señor Esteban? ¡Vaya una misa para festividad tan solemne!

Palabra del Dia

aconséjele

Otros Mirando