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Actualizado: 11 de junio de 2025
Para persuadirse de que no hay la errata que sospechó Bonilla basta parar la atención en que a esta calle de espejos que pinta Vélez nadie iba a verse como era, sino a estudiar gestos; uno de ellos, el fruncimiento de labios. Cuanto a ojos, como a todo lo del mundo, cambian las modas, y por esto decía Calderón, en la jorn.
Los profesores de la Universidad venían a oírle al cuchitril en donde vivíamos. Mi madre, que tenía mal carácter, decía que mi padre era un zángano, y que los que venían a oírle le tomaban el pelo. Pero mi padre es un santo. Involuntariamente pensé en don Pedro, Guillén, Eurípides, hijo de un zapatero y autor dramático. Prosiguió la Pinta: A mí me perdió un cura.
Esto, después de aquel famoso fallo del Real Consejo de Hacienda eximiendo del pago de la alcabala a la pintura y reconociéndola como arte liberal, cuando en las cuentas del Bureo continuamente se hablaba de pagos y atrasos cobrados por Velázquez como pintor del Rey, es de lo más tristemente cómico que puede imaginarse y de lo que mejor pinta la necia vanidad de entonces.
A la vista no se le puede negar la misma facultad con respecto á las superficies, porque es imposible ver sin que al mismo tiempo se ofrezca al menos un plano. El punto inextenso no puede pintarse en la retina: desde el momento que un objeto se pinta, tiene partes pintadas.
Ese mundo respondió el mancebo se concibe mejor que se pinta, como todo lo que se siente por anhelos del alma.
Esta tarde debía venir Fernanda a casa. Matilde me dijo después de almorzar que saliese y no volviese hasta el oscurecer..., y cuando volviese estaría todo arreglado, o poco había de poder. Mi hermana se pinta para estas comisiones. Obedecí. Di más de mil vueltas por Sevilla, y cuando vi que oscurecía me fui a casa. Crea usted, don Ceferino, que me temblaban las piernas.
Para este efecto será bien informarse de la opinion que en este punto disfruta la persona, y sobre todo examinar si alguna pasion ó interes la impelen á mentir. ¿Qué caso puede hacerse de quien pinta prodigiosos hechos de armas de los cuales espera grados, empleos y condecoraciones?
Con esta puerta se liga una anécdota, que pinta a lo vivo el carácter de los nobles sevillanos de aquel tiempo. Era en 1540. Por ella salían los sevillanos para ir a socorrer a Gibraltar. Don Rodrigo de Saavedra llevaba el pendón de la ciudad; pero la puerta de entonces era tan baja, que el pendón no podía pasar sin inclinarse.
Poco hay que decir respecto al valor histórico que este libro encierra, después de lo que han dicho las respetables autoridades que se han ocupado de él; sólo se ha de añadir que el P. Fernández, en las descripciones, pintura, detalles de la vida íntima, supersticiones, usos y costumbres de los indios Chiquitos, encuéntrase, por el vigoroso relato que nos da y el colorido exacto con que pinta las escenas, á la altura de los más graves historiadores.
En la titulada Escarmientos para el cuerdo, desenvuelve con tanta maestría como ingenio un asunto esencialmente trágico, porque en este poema, lleno de sombras temerosas, nos pinta con una verdad horrible los abismos en que se precipita el crimen, arrastrado por la ligereza y por la pasión, y cómo la justicia divina alcanza al fin al delincuente perverso.
Palabra del Dia
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