Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 16 de octubre de 2025
Se escurre bien, procurando reunir los trozos de modo que la cabeza no pierda su forma. Se cose con hilo fuerte, procurando que el hueco que han dejado los huesos quede bien cubierto; se envuelve en paño y se cose muy apretado, poniéndolo a cocer durante ocho horas con agua y vino blanco por partes iguales con sal, tomillo, pimienta, perejil, laurel y zanahorias.
Su juego es a modo de una lección experimental para los amigos y para los espectadores. Yo me creo en el caso de contenerle. No juegue usted más le digo . La demostración ya está hecha. La práctica ha confirmado suficientemente la teoría. No vale la pena que pierda usted cien pesetas más para persuadir a un convencido como yo. Pero D. Salustiano insiste.
Y porque Febo su razon no pierda El grande DON ANTONIO DE ATAIDE Llegó con furia alborotada y cuerda. Las fuerzas del contrario ajusta y mide Con las suyas Apolo, y determina Dar la batalla, y la batalla pide. El ronco són de mas de una bocina, Instrumento de caza y de la guerra, De Febo á los oidos se avecina.
No se apure, no pierda la cabeza, es inútil... ¡Escúcheme! va á venir la noche y no hay tiempo que perder... necesito decirle mi secreto, necesito confiarle mi última voluntad... necesito que usted vea mi vida... En el momento supremo quiero aligerarme de un peso, quiero esplicarme una duda... Usted que tanto cree en Dios... ¡quiero que me diga si hay un Dios!
11 Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, repartió a los discípulos, y los discípulos a los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. 12 Y cuando fueron saciados, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que han quedado, para que no se pierda nada.
Así se explica que el drama de ambas naciones tome por largo tiempo ya ésta, ya la otra dirección, que se pierda y extravíe con frecuencia, y que ande y desande su camino al conocer sus yerros, antes que alcance el fin á que aspira.
La desconsolada madre observa con dolor la pérdida de su hijo, y lo busca en vano por todas partes; entra en una iglesia llena de desesperación, y siguiendo una costumbre establecida en España, hace que un ciego recite la oración del niño perdido; apenas termina ésta, cuando suena en el fondo de la iglesia una voz que canta: Quien pierda tenga consuelo Que el bien que de él se destierra, Cuando se pierda en la tierra, Se viene á hallar en el cielo.
Hasta el sentido común está de acuerdo en esto, miradas las acciones humanas por el lado de la utilidad y conveniencia, las cuales, bien entendidas, concuerdan con la moralidad y con la justicia. ¡Qué atinado es el refrán que reza: No siento que mi hijo pierda, sino que quiera desquitarse! Si malo es jugar, peor es aún volver á jugar; reincidir en el pecado para remediar el mal del pecado.
48 Si le dejamos así, todos creerán en él; y vendrán los romanos, y quitarán nuestro lugar y la nación. 49 Y Caifás, uno de ellos, sumo sacerdote de aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis nada; 50 ni pensáis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación se pierda.
En el verano la siguió a las sierras de Córdoba y Adriana, después de algunas vacilaciones que le sumergieron en terribles zozobras, le aceptó como novio, pero con la condición de mantener el compromiso secreto, "para que nuestro amor decía no pierda el encanto de la intimidad". El noviazgo la hizo más reservada, más indiferente. Muñoz era otro desde entonces.
Palabra del Dia
Otros Mirando