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Actualizado: 16 de junio de 2025


Hablaron con Margalida unos cuantos atlots, pero de pronto, viendo la silla libre, el Cantó avanzó para sentarse en ella, sujetando el tambor entre la rodilla y un codo y apoyando la frente en su mano izquierda. La baqueta golpeó lentamente el parche, mientras sonaba un largo siseo reclamando silencio.

El inmenso parche rojizo que quedó en la montaña le da un aspecto de muerte y horror que hace temblar, porque el viajero recuerda que muchas poblaciones de Suiza viven bajo la constante amenaza de semejantes derrumbes.

Digo de verdad que vi al hombre dar vueltas alrededor, como perro que se quiere echar; hacíase más cruces que un ensalmador, y fuese diciendo: ¡Jesús!, pensé que era él. A quien bueyes ha perdido..., etc. Yo moríame de risa de ver la figura de mi amigo. Entróse en un portal a recoger la melena y el parche, y dijo: -Estos son los aderezos de negar deudas.

¡Por lo pronto, contestó el barón de Morel arrancándose el parche que por tanto tiempo cubriera su ojo izquierdo, creo haber cumplido mi voto dando muerte en leal combate á uno de los más pujantes y famosos caballeros enemigos! Y ahora ¡á morir matando! Lo mismo digo, asintió tranquilamente Oliver de Butrón, enarbolando pesada maza.

En tierra, sentado sobre un trozo de carbón, un negro viejo, sobre cuyo rostro en éxtasis caía un rayo de luz, movía la cabeza, como en un deleite indecible, mientras batía, con ambas manos y de una manera vertiginosa, el parche de un tambor que oprimía entre las piernas colocadas horizontalmente. Era un redoble permanente, monótono, idéntico, a cuyo compás se trabajaba.

El redoble del parche se destacaba en un silencio igual y monótono.

El Rey, satisfecho de su justificación, nombra á García general del ejército, que se dispone á marchar contra los moros, y el novel guerrero termina con las palabras siguientes: Pues truene el parche sonoro, Que rayo soy contra el moro Que fulminó el Castañar. Y verás en sus campañas Correr mares de carmín, Dando con aquesto fin Y principio á mis hazañas .

-Sea en buen hora -respondió el del parche-, que yo moderaré el precio, y con sola la costa me daré por bien pagado; y yo vuelvo a hacer que camine la carreta donde viene el mono y el retablo. Y luego se volvió a salir de la venta.

Había creído poder quitarme esta noche el parche que cubre mi ojo, pero por lo visto tengo que llevarlo puesto algún tiempo todavía. ¡En marcha! DONDE EL SE

Su contento era tal que parecía que le iba a dar una pataleta, y estaba tan inquieto, que a Jacinta le costó trabajo colgarle el tambor. Cogidos los palillos uno en cada mano, empezó a dar porrazos sobre el parche, corriendo por aquellos muladares, envidiado de los demás, y sin ocuparse de otra cosa que de meter toda la bulla posible. Jacinta y Rafaela subieron.

Palabra del Dia

rigoleto

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