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Otro dice: «Si el hecho está atestiguado por los sentidos será verdadero; y si es verdadero, los sentidos le atestiguaránEl oyente asentia á la primera parte de la proposicion; y estaba suspenso en cuanto á la segunda, hasta que suena la palabra atestiguarán.

Pero el dolor de muelas sirve para hacer dramas. Todos los dolores son experiencias dramáticas. Esta escena se repetía a diario durante largo tiempo, si bien la elocuencia ubérrima de Apolonio desenvolvía variadísimos temas. Novillo llegó a sentir curiosidad por conocer el drama que había escrito Apolonio, el cual se lo leyó una noche con tanto énfasis y pathos, que subyugó y conmovió al oyente.

Cuando hablaba y el gran Simoulin era incapaz de callar así que tenía un oyente , su palabra parecía difundir en torno de él una aureola de prestigio histórico. Todas las celebridades de la segunda mitad del pasado siglo las había conocido el grande hombre. Recordaba como amigos de ayer á Víctor Hugo y á Gambetta.

Se aproximó al grupo un nuevo oyente, saludando a Maltrana, con fina sonrisa, en la que había algo de burla para el valentón. Aquí tenemos a don Juan dijo Isidro .

Tan sólo cuando vio el encendido color y notó la entrecortada respiración de su ansiosa oyente, sintió una repentina punzada de remordimiento, murmurando entre sus apretados dientes: ¡Dios la ayude y me perdone! Pero, ¿cómo es posible que yo se lo diga todo ahora?

Dos palillos mal forrados en un pellejo sobrante eran los brazos, que no cesaban de moverse, amenazando tocar un redoble sobre la cara del oyente; y dos manos de esqueleto, con las falanges tan ágiles que parecían sueltas, no paraban en su fantástico girar alrededor de la frase, cual comentario gráfico de sus desordenados pensamientos.

Nunca sufrió el pobre Flimnap una tortura igual á la de escuchar á este personaje confundido entre el público y sin poder contestarle. Después de su triunfo en el templo de los rayos negros, se consideraba tan tribuno como el célebre sanador; pero aquí no era mas que un simple oyente que podía ser encarcelado si osaba alterar con sus interrupciones la calma de la majestuosa asamblea.

Ha de sacar con espanto Las lágrimas de la risa, Y hacer que vuelvan con risa Otra vez al triste llanto. Ha de hacer que aquel semblante Que él mostrare, todo oyente Le muestre; y será excelente Si hace aquesto el recitanteCuatro han sido traducidos al alemán, y se hallan en mi Spanischen Theater: Francfort, a. M. 1845, tomo I. Sedano, Parnaso español, tomo VI.

Si hablare el rey, imite cuanto pueda La gravedad rëal; si el viejo hablare, Procure una modestia sentenciosa; Describa los amantes con afectos Que mueva con extremo á quien escucha; Los soliloquios pinte de manera Que se transforme todo el recitante, Y con mudarse así mude al oyente. Pregúntese y respóndase á mismo; Y si formare quejas, siempre guarde El debido decoro á las mujeres.