Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 9 de mayo de 2025
Muchos fingían indignación ante la brutalidad de esta «porfía», pero en el fondo de su ánimo escarabeajaba cierto orgullo por el hecho de ser tales hombres sus vecinos. ¡Vaya unos mozos de hierro que cría la huerta! El aguardiente pasaba por sus cuerpos como si fuese agua.
Don Álvaro, inteligente en la materia, dijo que se parecía, en pequeño, a la de la princesa Matilde. ¡Cómo envidió Obdulia aquel dato! Y sintió orgullo. ¡Un hombre que había sido su amante podía hablar de la serre de la princesa Matilde! Se cenó allí.
Grandes altercados hay entre los nobles de León acerca de la tutela del joven rey Alfonso: Payo de Bivar, uno de los más poderosos, aunque lleno de orgullo, quiere arrebatarle sus bienes, é insulta grosera é indignamente al anciano Mendo de Benavides, su adversario.
Habían llenado de trincheras y baterías el Retiro, y para ver en todo su orgullo y presunción a los invasores, no había más que dirigir el paseo hacia Oriente, y se les encontraba en grandes grupos alrededor de las cantinas, o paseando por la carretera de Aragón.
Decía la verdad al repetir con sonrisa de orgullo que nada tenía de poetical.
Y en verdad que es muy justificable el afán con que le tragan los unos, y la especie de orgullo con que se le brindan los otros.
No, señora exclamó ofendido en su orgullo dinástico ; su majestad la reina de España, doña María Victoria. ¡Ya!... dijo Currita . ¿Y qué tengo yo que ver con los sentimientos de esa señora?...
Y existe en su espíritu, en cuanto a legítimo orgullo, cierta dualidad: suele gloriarse a veces de su rancio abolengo y timbres hispánicos; y otras, en cambio, envanécese del justo honor dimanado de sus ascendientes patricios.
Hizole una profunda reverencia. La situación era tan extraña, que Clementina, a pesar de su orgullo, su experiencia, su desenfado, y hasta bien puede decirse su desgarro, se encontró repentinamente cohibida. Tuvo necesidad de hacer un esfuerzo para adquirir brío. Aquí me tiene usted le dijo en tono agrio que resultó inoportuno y descortés.
Comprendió que el mejor partido era no excitar su naturaleza indómita, esperar que la amistad o su mismo orgullo la impulsasen a la generosidad. Hizo un esfuerzo para reprimir sus ímpetus ante la mirada altiva y provocativa de su amiga y dijo con abatimiento: Pues sí, Clementina, te lo confieso. Tu marido tiene en su poder lo poco que poseo. Si lo pierdo me quedo sin una peseta.
Palabra del Dia
Otros Mirando