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Actualizado: 9 de octubre de 2025
Lo que me admira principalmente en este señor prosiguió Núñez volviéndose de nuevo hacia Tristán no es tanto su talento de observador como la profunda ironía que comunica a todo lo que sale de su pluma y de sus labios.
En tales circunstancias, amigo mio, el libro de V. que presenta los Españoles á los extranjeros, y á estos aquellos, como es costumbre en la buena sociedad inglesa, cuando entre personas que no se conocen se halla un tercero con ámbas relacionado: el libro de V., digo, fácil y corrientemente escrito, observador sin pesadez, filósofo sin pretensiones, presentándonos unos á otros, facilita el trato, y consecuentemente prepara la amistad.
La idea dominante de Descartes era arruinar la filosofía que á la sazon reinaba en las escuelas; y daba el impulso tan fuerte que hacia temblar el mundo. Es evidente, que este es el fenómeno que naturalmente resta inmóvil en la mente del observador, despues de haber procurado dudar de todo.
Por la parte sur, cierto número de estrellas que se hallaban en la zona circumpolar, tendrán ahora para dicho observador movimiento de orto y de ocaso que antes les faltaba, pues siempre se hallaban sobre el horizonte. En definitiva, la parte visible del cielo habrá aumentado de extensión.
En aquellas 5 o 6 páginas, dice un crítico, se hallan reunidas, amalgamadas hasta la cuarta potencia, todas las cualidades de De Amicis: la sutileza del observador, el vigor del colorido, la elegancia del estilista, y, junto con todo esto, aquella variedad, abundancia y riqueza archimillonaria del idioma, por lo cual es verdaderamente descollante.
El autor anónimo niega también historiadores á la moderna Compañía de Jesús en España. En lo que toca á ciencias naturales, no tienen nada de que jactarse. No sólo, dice, «no pueden presentar una obra como la del Agustino P. Blanco sobre la flora de Filipinas, pero ni un observador de la naturaleza como el escolapio Padre Ainza».
El pillo criollo, en sus comienzos, se revela con facilidad al ojo menos observador. Le cuesta deshacerse de la cáscara del compadrito, origen común de todos ellos, que son generalmente muchachos de la última clase, vendedores de diarios ascendidos a carreros o sirvientes, y cuya educación e ilustración son casi nulas.
Las más serias descripciones sólo nos dan rasgos vagos y generales, y muy poco de lo que constituye la parte original de cada tempestad, de lo que la individualiza como resultante imprevisto de mil circunstancias obscuras, imposibles de desembrollar. El observador colocado en sitio seguro y que contempla desde la playa, ve indudablemente más claro, puesto que nada tiene que temer por su persona.
Pues bien, tal es, en efecto, la variación de aspecto que la esfera estrellada presenta al observador que se mueve en la superficie de la Tierra siguiendo un meridiano cualquiera. Esta es, por consiguiente, una nueva prueba de la forma redondeada de nuestro planeta.
Este, que era observador por temperamento, y astuto y sagaz, y de imaginación vivísima, había reparado en lo que el rey no había podido reparar por su descuido: esto es, que al recibir esta noticia imprevista, había pasado por la mirada del fraile algo extraño; que se había revuelto algo misterioso en el obscuro foco de sus negros ojos; que se había puesto pálido, y que una ligera, pero violenta contracción, había pasado con la rapidez de un relámpago por su semblante.
Palabra del Dia
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