Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 18 de julio de 2025
Hasta los veintitrés años estuvo en Rusia el príncipe Miguel. Sus estudios militares fueron brillantes, según Toledo, distinguiéndose entre los más famosos oficiales de la caballería de la Guardia.
Ahora tendrás ya deseos de irte a la cama, ¿verdad?... Vaya, pues a la cama, hijo mío, a la cama..... No quiero retenerte más..... a la cama, a la cama..... Sin embargo, seguía reteniéndole entre las rodillas. Al fin Miguel, forzándolas un poco, logró salir de ellas, y se dirigió a la puerta. Cuando ya estaba cerca, volvió a llamarle su padre.
Con ellos fue a las reuniones del anarquismo; oyó a Reclús y al ex príncipe Kropotkine, y las palabras del difunto Miguel Bakounine llegaron a él como el evangelio de un San Pablo del porvenir.. Gabriel había encontrado su nueva religión y se entregó por completo a ella, soñando en la regeneración de la humanidad por el estómago.
La niña estaba alegre, satisfecha: Miguel la sacaba a bailar con más frecuencia que a las otras: luego procuraba colocarse a su lado para tenerla cogida de la mano, que se complacía en apretar suavemente y acariciar. Después de bailar uno frente a otro, los jóvenes tenían la costumbre de abrazarse un instante al concluir.
Algunas veces solía decirle: «Tú no sabes, hijo mío, lo que te quiere tu padre; ya lo sabrás, ya lo sabrás... ¡y a alguno le pesará!» añadía en tono triunfal. Miguel no sabía lo que estas palabras significaban; pero veía sonreír a su padre, y esto le ensanchaba el corazón. Un día aquél vino a noticiarle con tristeza que había pedido el cuartel para Sevilla.
Con eso despertó el tío Miguel y echó a correr como si tuviese chispas en los pies. El lagarto es un bicho bueno y bien inclinado; nunca se recoge a puestas de sol sin bajarse por las paredes y venir a besar la tierra.
Sin embargo, el periodista monárquico le tiró impensadamente un golpe a la cabeza; pero hubo de salirle caro, porque Miguel paró y contestó con tal rapidez, que si no rompe a tiempo le raja la cara. Desde entonces no tiró más tajos. La lucha se prolongó cerca de quince minutos sin resultado.
No pretenderé averiguar si las líneas dirigidas a Flavia las habían dictado el afecto o el odio, la compasión o los celos: pero nos fueron también de gran servicio. Cuando el Duque fue a Zenda ella le acompañó; y allí pudo comprender por primera vez la crueldad de Miguel en toda su extensión y se apiadó su alma del desgraciado Rey. Desde aquel instante estuvo de nuestra parte.
Miguel pasó al cabo de algunos meses a ser su paje de cola: «Miguel, tráeme las tenazas. Miguel, echa carbón en la hornilla. Miguel, corre a pedir a la cocinera agujas. Miguel, abre esa ventana.» El hijo del brigadier se apresuraba a cumplimentar estas órdenes como el caballero que busca ocasión de festejar a su dama y ansía testimoniarle su rendimiento.
Cuando estuvieron en su gabinete, una estancia lujosamente decorada, las paredes de raso azul, los muebles forrados de la misma tela, se dejó caer en un diván, reteniendo la mano de Miguel que tenía cogida. ¿No sabes?... he despachado al chico de la puerta con un encargo, y a mi doncella con otro... Pero aún nos pueden oír... ¡Mucho cuidado! El joven se sentó a su lado, y la abrazó con trasporte.
Palabra del Dia
Otros Mirando