United States or Costa Rica ? Vote for the TOP Country of the Week !


La cuestión de la filosofía está en buscar una palabra que lo diga todo cuando nos da la ganaYo no si era un loco cuerdo o un cuerdo loco. Me he desviado. Iba a decir que, si bien la señora no estaba para el caso, mi padre se inflamó de sopetón en amor hacia ella.

También él había sido loco; pero ya había recobrado la razón, y la razón en política era, según él, la ausencia completa de fe.

«¡Si aquel loco se habría propasado!... Era absurdo». Petra, después de observar la expresión de susto que se pintó en el rostro del ama, añadió: De parte del señor Magistral debe de ser, porque lo ha traído Teresina la doncella de doña Paula. Ana afirmó con la cabeza mientras leía. Petra salió sin ruido, como una gata. Sonreía a sus pensamientos.

¡Ah! ¡le pareció que iba a volverse loco! Dejó caer la cabeza y permaneció algunos instantes con ella apoyada entre las manos, como para persuadirse a mismo de que no era una ilusión, de que Judit vivía aún, y de que ella era la que acababa de ver.

Y su mismo papá, esto era lo peor, y había que pensarlo también, su querido papá que era un hombre de talento, capaz de inventar la pólvora, un reloj, el telégrafo, cualquier cosa, se iba volviendo loco a fuerza de filosofar, y no sabía vivir con una hija que ya entendía más que él de asuntos religiosos.

¡Es tan triste sufrir!... Es tan sombrío batallar con el propio sentimiento, que, si no escuchas el acento mío, tal vez con la punzada del estío no me dure la vida ni un momento. ¡Oh! escúchame... ¡Aquí estoy! Solo, perdido en mitad de mi obscuro derrotero... Y aunque procuro, loco, dolorido, desterrar mi pesar con el olvido, ya no puedo luchar... ¡Amame o muero!

El portugués dice que el suyo es un loco rematado, que sólo piensa en componer versos y canciones, con las cuales fastidia á todos, sin acordarse de otra cosa.

Recetó; censuró también a don Víctor por su intempestiva ausencia; dijo que un loco hacía ciento; que Frígilis sabía tanto de darwinismo como él de herrar moscas; dio dos palmaditas en la cara a la Regenta, complaciéndose en el contacto; y cerrando puertas con estrépito salió, no sin despedirse hasta mañana temprano, desde lejos.

¡Pobre señor Francisco! dijo el oficial mayor . Cada día me convenzo más de que está loco. Tiene los ojos que le echan fuego dijo otro de los oficiales. Y se sonríe de una manera que mete miedo observó otro. ¡Pobre señor Francisco! dijeron todos. Entretanto el bufón había llevado al cocinero á su aposento y se había encerrado con él.

¿Y qué quiere usted? gritó Maltrana con tono agresivo . ¿Que los quite, para darles gusto a ese remendón que le explota a usted y al cura loco que le aconseja? No; guárdelos, si ese es su deseo dijo el «santo» con mansedumbre . Usted y yo no debemos vivir juntos.