Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 2 de julio de 2025


A Julio le hacía daño esto, como si fuese una manifestación de lástima. Se lo imaginaban ejerciendo la única función de que era capaz; él no podía servir para otra cosa.

El pariente rico era para ellos una vaca robusta, cuyas ubres inagotables les pertenecían de derecho. No tenía mujer ni hijos; ¿para quién, pues, las fabulosas riquezas que aquellos miserables se imaginaban en poder de don Eugenio? Las demandas eran interminables, no desmayando los pedigüeños ante la aspereza del comerciante, poco inclinado a la generosidad.

Imaginaban los portugueses que aquel reino había sido cristiano en lo antiguo, gracias a las predicaciones del apóstol Santo Tomás que hasta él había llegado, pero imaginaban también que el cristianismo de los singaleses se había pervertido y maleado con el transcurso del tiempo, turbando la pureza de su doctrina mil absurdas supersticiones.

Esto imaginaban todos, á escepcion de algunos pocos que, aunque no estaban convencidos de la venida del Mesías, se cristianaban por temor á las incomodidades del viaje, i por el mucho amor que tenian á su patria.

Probablemente imaginaban que mi único objeto era despertar el apetito. Y en puridad de verdad, el único resultado valioso de mi infatigable ejercicio de piernas era el desarrollo de un buen apetito, aguzado por las ráfagas del viento del Este, que generalmente soplaba en aquel lugar.

¡, ella era! ¡Cuánto tiempo, cuánta astucia, cuánta saliva habían gastado para averiguar aquel secreto sin conseguirlo! Y ahora se les venía á las manos cuando menos lo imaginaban. Habían sido de los primeros en sospechar que Demetria no era hija del tío Goro y la tía Felicia.

Los amigos más sensatos del Reverendo Arturo Dimmesdale, como ya hemos indicado, se imaginaban, muy fundadamente, que la mano de la Providencia había hecho todo esto con el objeto, demandado en tantas preces, así públicas como privadas, de restaurar la salud del joven ministro.

En su propio suelo, en el de los aliados, tal vez en Oriente, y ahora tornaban otra vez á la tierra de sus primeros combates. Cuando creían haberlo hecho todo, se enteraban de que aún no habían hecho nada. En el tejer y destejer de la guerra, era preciso empezar otra vez. Cuatro años antes se imaginaban haber decidido el triunfo en las riberas del Marne, y ahora volvían de nuevo al Marne.

Palabra del Dia

malignas

Otros Mirando