United States or Japan ? Vote for the TOP Country of the Week !


Iba yo repasando en mi memoria los hermosos tipos ideales del buen sacerdote moderno, ... a los cuales se parecía mi compañero de camino, y no recordaba más que a dos con los cuales tuviera una extraña semejanza.

En estos hermosos días de mayo, para estar a tono con las costumbres y no hacer entre mis contemporáneos un papel despreciable, yo necesito dos cosas: un distrito y un sombrero de paja. Casi todo el mundo tiene un distrito y un sombrero de paja. Algunos tienen sombrero de paja y carecen de distrito.

Sus párpados, al cubrir los hermosos ojos grises, proyectaron una sombra sobre la cara y su boca se crispó. ¿Acaban de llegar? preguntó. Llegaron ayer mañana. Venía á advertir á usted para que no se sorprenda si se ve repentinamente en su presencia. Jenny hizo un gesto de cansancio.

Vivían en la salida de los hermosos valles que descendían de Palmira, el «techo del mundo», sabían utilizar todos los torrentes de agua clara dividiéndolos en numerosos canales, transformando así en fértiles huertas sus áridas tierras, y si invocaban á las fuentes, si las ofrecían sacrificios, no era sólo porque el agua fertilizaba sus campos y hacía crecer sus árboles y calmaba la sed de ellos y sus ganados, sino también, según decían, porque el agua purifica á los hombres, equilibra las pasiones y calma los «deseos desmedidos». El agua era quien les evitaba los odios y furias insensatos de sus vecinos, los semitas del desierto, y ella era quien les había salvado de la vida errante fecundando sus campos y alimentando sus cultivos; á ella debían el haber podido fijar la primera piedra del hogar, y luego, la población y la ciudad, ensanchando así el círculo de sus sentimientos y sus ideas.

Trajo mucho dinero, y nos compró ropa y muebles, y a dulces y juguetes, y un rorro muy lindo, de cabellos rubios y ojos azules, que decía «papá y mamá». No he olvidado a mi padre: era un caballero alto, de ojos muy hermosos, con unos bigotes muy retorcidos.

Ella, clavando los suyos en el entrado, no hacía sino seguir el corriente de cuantos hermosos ojos había en el concurso, que unos por curiosidad y otros por afición, todos se fijaban en el caballero; pero María miraba en él algo más que no un viajero vulgar.

En la esencia de su todo que es esencia de lirismo que convergen hacia un foco por la acción de los espejos envolviendo pudorosa sus encantos tropicales, cual si fueran de una flama los lumínicos reflejos, que convergen hacia un foco por la acción de los espejos convergen los más hermosos, los más santos ideales.

Consagremos un recuerdo de consideración y lástima, en el último renglón de esta tragedia, al digno señor comisario de Beneficencia, autor de tantos y tan hermosos expedientes.

»Mi querida mamá, ¿qué piensa usted del señor de Villanera? ¿Qué concepto tienen de él en París? ¿Es posible que un hombre tan sencillo, tan paciente y tan dulce, sea un mal hombre? Me he fijado en sus ojos por primera ver hace poco días; son unos hermosos ojos capaces de engañar al más listo.

Tengo buena memoria, de todo me acuerdo, pero me parece que veo las cosas de ese tiempo como entre sombras, como en el fondo de una calle obscura.... ¡Hace ya tantos años! Recuerdo que vivíamos en una ciudad muy grande, no si en Puebla o en México. Acaso en México, porque los edificios eran hermosos y altos, y veía yo desde el balcón muchos coches que iban y venían.