Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 10 de mayo de 2025


Nos dirigíamos a una de las numerosas haciendas en que está subdividida, la de San Benito, a la que llegamos cuando la noche caía y el viento fresco de la sabana abierta empezaba a hacernos bendecir los zamarros y la ruana cariñosa.

Todo estaba previsto... Debía entregar el mando al verdadero dueño de la goleta: un miedoso que se había hecho pagar muy caro el alquiler del buque, pero sin atreverse á poner en riesgo su persona. En la cámara estaban los papeles en regla para justificar esta navegación. Salude en mi nombre á las señoras... Dígales que pronto oirán hablar de nosotros. Vamos á hacernos dueños del Mediterráneo.

¿Pero qué otro objeto podía tener? pregunté yo. ¡Quién sabe, Shanti, quién sabe! me dijeron. Alguno llegó a manifestar la sospecha de si Machín no habría salido con su barco con la idea de hacernos naufragar. No era posible convencerles de otra cosa y los dejé. A un marinero, y a un marinero vascongado, no se le convence nunca de nada.

Es verdad afirmó su hermana la viuda. Yo creo siguió la señorita que el objeto de la música es conmover..., elevar el alma, hacernos derramar lágrimas..., transportarnos a regiones ideales, lejos del mundo prosaico en que vivimos... Porque la verdad es que la prosa se va apoderando de tal modo de la sociedad que pronto va a parecer ridículo hablar de cosas que no sean materiales y sórdidas.

No debemos, por tanto, hacernos ilusiones y considerar el triunfo de nuestros bravos soldados en Oriente como un triunfo definitivo de la buena causa.

Por esta causa, nos esforzamos á engañarnos á nosotros mismos para no ponernos en contradiccion demasiado patente con el dictámen de la conciencia; nos tapamos los oidos para no oir lo que ella nos dice, cerramos los ojos para no ver lo que ella nos muestra, procuramos hacernos la ilusion de que el principio que nos inculca no es aplicable al caso presente.

Esto es bastante para hacernos suponer que la naturaleza más feliz, el hombre más contento con su suerte, tenía que dar cabida á un dolor suficiente para engendrar cierto sentimiento de melancolía. ¡Nada de esto con nuestro anciano empleado!

En la exposición de su carácter licencioso se observan muchas anécdotas y rasgos de su vida, transmitidas, al parecer, por la tradición, que ha aprovechado el escritor para derramar nueva y más interesante luz acerca de la índole del último. No nos es posible hacernos cargo de cada una de estas particularidades, limitándonos sólo á indicar el desarrollo de la acción.

Doctor le dijo , tendría usted que haber llegado un momento antes; se ha perdido usted un hermoso panegírico de la homeopatía. El señor P..., que acaba de salir, se alababa de hacernos vivir a todos con un solo pulmón. ¿Qué le parece a usted? El anciano médico se encogió imperceptiblemente de hombros.

Esta pureza se pierde por un nacimiento ilegítimo; por la menor y más dudosa alianza con sangre mulata o judía, así como por los oficios de verdugo y pregonero, o por castigos infamantes. ¡Válgame Dios dijo Rita , qué fastidiosos están ustedes con su nobleza! ¿Quieres, Rafael, hacernos el favor de continuar la historia del tío? ¡Dale! exclamó la marquesa.

Palabra del Dia

tundas

Otros Mirando