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Actualizado: 30 de septiembre de 2025


El celibato, por consecuencia, era para la antigüedad una impiedad grave y una desgracia: una impiedad porque el soltero ponía en peligro la dicha de los manes de su familia; una desgracia porque él mismo no debía recibir otro culto después de su muerte y no debía conocer lo que regocija a los manes. Era a la vez para él y para sus antepasados una especie de condenación.

Por ende procederéis, con la mayor presteza y cuidando de estar a todo apercibido y de no dar campo para grave escándalo, a la prisión del antedicho Villegas, y fecha que sea y depositado en la cárcel de corte, me daréis inmediato conocimiento. Guarde Dios a vuesa merced muchos años. Hoy 10 de septiembre de 1676.

Nunca lo estuve, Ricardo. ¿Y aquel lloriqueo?... No yo misma lo que ha sido... Hace algunos días que no me encuentro bien... y sin saber por qué se me sueltan las lágrimas... Pues lo celebro en el alma, preciosa. No puedes figurarte lo que sentía haberte disgustado. ¡Bah!... ¡Y con qué sentimiento llorabas!... Creí que te pasaba algo grave de veras... ¿Has tenido algún disgusto hoy?

La verdadera gracia, el encanto mágico de la pura poesía pastoral, se confunde en ellos con la más grave solemnidad de la heróica.

Pues ahora déjame. Al quedarse solo volvió a contar el dinero, y al cabo de una hora se acostó. Estaba tranquilo, con esa falsa serenidad propia de quien, tras desearlo mucho, adopta una resolución muy grave. Tardó largo rato en conciliar el sueño. Su imaginación vagaba desvariando de unas ideas a otras, como si el razonamiento fuese incapaz de sujetarlas.

Así se concibe cómo el zumaque y el arsénico alternados desde el principio del segundo período de la fiebre tifoídea, y continuados hasta el fin del período grave, han producido muchas veces el mejor efecto, del mismo modo que el eléboro blanco y el arsénico obran mejor al principio del cólera. § V. Estado agudo. Efectos fisiológicos y terapéuticos.

La tía María estaba hilando al lado derecho de la chimenea; sus dos nietecitas, sentadas sobre troncos de pita secos, que son excelentes asientos, ligeros, sólidos y seguros. Casi debajo de la campana de la chimenea, dormían el fornido Palomo y el grave Morrongo, tolerándose por necesidad, pero manteniéndose ambos recíprocamente a respetuosa distancia.

Tenía las mejillas encendidas y los ojos asustados. Procuraba evitar el encuentro con los de su penitenta, que sentía posados constantemente sobre él. Por atracción irresistible o por casualidad llegó un momento en que se cruzaron sus miradas. La joven dejó escapar una risita maliciosa. El sacerdote apartó prontamente la vista y permaneció grave, como si no la hubiera advertido.

Entre las trufas literarias de Brantôme, de Casanova y de otros del género, Bossuet y Massillon, conservaban la gravedad de las hileras: en las letras, De Laharpe, M. de Bonald, Fontanes y Chateaubriand, daban la nota grave del imperio, mientras que al lado, en ediciones monísimas, brillaban todas las perfumadas indecencias pornográficas del día.

La bolsita de gamuza, dentro de la cual estaba el documento u objeto, ha sido robada, y este hecho ha despertado nuestros recelos. El enjuto y grave empleado movió la cabeza muy dudosamente.

Palabra del Dia

crocus

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