Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 26 de junio de 2025
Mira tú por dónde lo que algunos podrían tener por malo, es bueno en medida razonable». Mauricia estaba tan agradecida, que no acertaba a expresar su gratitud.
Una profunda lástima y una gratitud que parecía amor invadieron el ánimo de Ana en aquel instante.... «¡Oh! ¿por qué ella no podía ahora ir con aquel hombre, llamarle, consolarle... probarle que era la de siempre, que ella no le volvía la espalda como tantas otras?...». «Sí, sí, le volvían la espalda a él, el santo, el hombre de genio, el mártir de la piedad... le volvían la espalda las que antes se le disputaban, y todo ¿por qué? por viles calumnias.
Sobre mi haz tendido va fermentando el anhelar dormido y, el germen abonado se agiganta, la gratitud es flor del alma mía, y no muere la clásica hidalguía donde se irgue tu cruz, tres reces santa.
Tambien son dignos de mi gratitud, por su conducta liberal y caballerosa, D. Miguel Roselló, de las Baleares; D. Cayetano del Portillo, D. Rafael Molero de la Borbolla, D. José Bulnes y Solera, y mi hermano político, D. Salvador de Cantos, de Sevilla; D. Ramon Sans, de Huesca; el Marqués de Premio Real, y D. José Bartorelo y Quintana, de Cádiz; D. Cárlos Cervera y D. Félix Gallac, de Valencia; D. Alejo Tresario Echevarría, de Bilbao; D. Serafin Martinez y D. Gregorio Garcerán, de la Habana; D. Lúcas Cuesta, de Oviedo; D. Juan de Torres y Gil, de Casariche; D. Antonio Gonzalez y Ciezar, de Ayamonte; D. Vicente Ramirez Cruzado, de Villarrasa; D. Juan Bautista Revuelta, de Carlet; D. Policarpo Villalobos, de Dénia, y otros muchos, cuyos nombres no me son conocidos.
Nuestro lazo prestigio, P. Sibyla, está ya muy gastado, preparemos otro, el lazo gratitud por ejemplo. No seamos tontos, hagamos lo que los cucos jesuitas... ¡Oh, oh, P. Fernandez! No, no; todo lo podía tolerar el P. Sibyla menos proponerle á los jesuitas por modelo. Tembloroso y pálido se deshizo en amargas recriminaciones.
Se dijo que más de un alma se sintió regenerada con la eficacia de aquel discurso, y que fueron muchos los que juraron eterna gratitud al Sr. Dimmesdale por el bien que les había hecho. Pero, cuando bajó del púlpito, le detuvo el anciano sacristán presentándole un guante negro que el ministro reconoció por suyo.
Veíalos charlar animadamente, reir a cada momento: veíale a él rendido, obsequioso, prodigándola mil atenciones galantes; a ella complacida, risueña, aceptando con gratitud sus finezas.
Puede cualquiera imaginarse la emoción y la gratitud de don Rosendo, al recibir aquella honrosísima distinción. Como en Sarrió nadie poseía una gran cruz, se vió precisado a ir a Lancia, para que un caballero de la orden llevase a cabo la ceremonia de ceñirle la banda.
Había entrado con una expresión interrogante en los ojos. Sentía la inquietud de toda mujer á la segunda entrevista de amor. Deseaba adivinar las impresiones de él, convencerse de su gratitud, tener la certeza de que la embriaguez de la primera hora no se había disipado durante su ausencia.
Ballester era tan delicado, que de sólo oír tal proposición, le salieron los colores a la cara, y se excusó con expresiones de gratitud. Poco después de anochecer se retiró dando las órdenes más rigurosas a los hermanos Izquierdo con respecto a visitas. Si algún Rubín, fuese quien fuese, se presentaba, no abrir.
Palabra del Dia
Otros Mirando