United States or Sudan ? Vote for the TOP Country of the Week !


Si se supone en duda el principio de contradiccion, todavía no se hará vacilar la certeza de que sufrimos cuando sufrimos, de que gozamos cuando gozamos, de que pensamos cuando pensamos. La presencia del acto ó de la impresion allá en el fondo de nuestro espíritu, es íntima, inmediata, de una eficacia irresistible para hacer que nos sobrepongamos á toda duda.

Anoche supe también lo que es «curarse», y me curé tan prolijamente, que aquí me tiene con una sed infernal y este adorno junto a un ojo... Pero no me arrepiento: ¡qué muchachos simpáticos! Da gloria tener amigos tan cariñosos. Unos me llamaban gallego, otros me apellidaban godo. ¿Ha notado usted qué variedad de motes amorosos gozamos los españoles en la América que habla español?

Aclaramos el secreto, sin embargo; y sentados con mi hermana en la sombría guarida de algún rincón, bien juntos y mudos en la semioscuridad, gozamos horas enteras el orgullo de no sentir miedo. Fué allí donde una tarde, avengonzados de nuestra poca iniciativa, inventamos fumar.

Aquí, en cambio, gozamos de una temperatura de verano... Cuando lleguemos al Mediterráneo el mes de Abril habrá traído el sol. Nos pasearemos por la costa durante algunos días para hacer notar nuestra presencia, y pasando por Gibraltar, nos dirigiremos á Inglaterra... Entonces empezará la batalla. Hasta ese momento vivamos alegremente. El tiempo está hermoso, la mar bella.

Tales entrañas de caridad experimentamos también nosotros cuando le gozamos en el oficio de Provincial; era muy liberal, humano y afable con sus súbditos, guardando con ellos la gravedad precisamente necesaria para ser obedecido; y todos, no solamente le amaban por su agradable trato, por el candor de sus inocentes costumbres y por una singular é inseparable sinceridad, con que tenía el corazón en los labios, y el alma patente en el rostro, mas también le reverenciaban como á Santo; de que dieron muy claras muestras, cuando asaltado de una lenta calentura, con otras enfermedades poco á poco le condujo al término de sus días.

Las oscilaciones del arroyo, que son apenas perceptibles durante los días apacibles, cuando gozamos paseando por la orilla de las aguas susurrantes, se vuelven por el contrario, fuertes y rápidas, después de los bruscos cambios de temperatura y de las grandes lluvias.