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Actualizado: 4 de noviembre de 2025
Por supuesto, que dichos establecimientos, que detallará á V. E. este Gobernador, se han hecho injustamente contra lo literal de los tratados, los cuales en sus artículos 9 y 13 dejan espresamente á S. M. el dominio perpetuo de dicha costa occidental, y la navegacion libre por la boca del rio Jaurú.
Con esto hay ya un principio de mucha consideracion, para verificar el proyecto, que siendo tan importante y útil al estado, igualmente que á la poblacion de Chiloé, debe llevarse á puro y debido efecto, teniéndose presente el informe que el Gobernador y Cabildo hizo sobre este asunto en 6 de Febrero de 1753, y corre desde fojas 26 hasta fojas 33 del precitado cuaderno, señalado con el número 98.
Repararon los jueces en el juramento y dijeron: ''Si a este hombre le dejamos pasar libremente, mintió en su juramento, y, conforme a la ley, debe morir; y si le ahorcamos, él juró que iba a morir en aquella horca, y, habiendo jurado verdad, por la misma ley debe ser libre''. Pídese a vuesa merced, señor gobernador, qué harán los jueces del tal hombre; que aun hasta agora están dudosos y suspensos.
Pues en vez de enviárselas usted a la mujer, se las envía al marido... Es la única manera de practicar en este asunto la obra de misericordia de enseñar al que no sabe. ¡Magnífico! exclamó el gobernador, admirado de la maquiavélica política de su excelencia.
Y así me parece que de las utilidades de todos los pueblos se sacasen dos y medio por ciento, y repartirlas en este forma: al gobernador medio por ciento de lo que rindiesen todos los pueblos, con más el dos por ciento restante de los pueblos que estuviesen sólo a su cuidado; y a los subdelegados el dos por ciento de lo que produjesen los de su inmediato cuidado.
GOBERNADOR. Yo soy el Gobernador; ¿qué es lo que queréis, buen hombre? CHANFALLA. A tener yo dos onzas de entendimiento, hubiera echado de ver que esa peripatética y anchurosa presencia no podía ser de otro que del dignísimo Gobernador de este honrado pueblo. GOBERNADOR. Y bien, ¿qué es lo que queréis, hombre honrado?
Luego que llegaba S. M. á la puerta del Portillo, entraba bajo el palio á caballo, y se apeaban los jurados, Gobernador y Zalmedina. Todos iban con ropas de damasco carmesí, aforradas las mangas de las de los jurados y Zalmedina de tela de plata, y las de los ciudadanos, que llevaban las 12 varas del palio, de raso blanco.
En resolución, Sancho, o vos habéis de ser azotado, o os han de azotar, o no habéis de ser gobernador. -Señor -respondió Sancho-, ¿no se me darían dos días de término para pensar lo que me está mejor?
El hambre y las enfermedades reinan ya en la fortaleza; muere el gobernador, y Guzmán le sucede en el mando; jura entonces que, mientras él viva, ningún infiel traspasará las puertas de Tarifa.
31 Y los soldados, tomando a Pablo como les era mandado, le llevaron de noche a Antípatris. 32 Y al día siguiente, dejando a los de a caballo que fuesen con él, se volvieron a la fortaleza. 33 Y como llegaron a Cesarea, y dieron la carta al gobernador presentaron también a Pablo delante de él. 34 Y el gobernador, leída la carta, preguntó de qué provincia era; y entendiendo que de Cilicia,
Palabra del Dia
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