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Actualizado: 14 de octubre de 2025
Eran de tejido de algodón, traído de Gibraltar, de contrabando; el dibujo, el que entonces estaba de moda, y se llamaba Arco Iris, por ser una reunión de los colores más opuestos y menos capaces de armonizar entre sí. No parecía sino que el fabricante había querido burlarse de sus consumidores andaluces.
Siempre me dice, ya haciéndome ver el corte de su «jaquette», ya los pliegues de su corbata: «Esta es la última palabra de Gironi. Esta es la última palabra de Vassier...» Gironi es el sastre. Vassier el fabricante de corbatas. »Hoy tenemos más libros; pero esta vez vienen acompañados de una tarjeta como las que reparten los negociantes para difundir su dirección.
La voz indefinible del fabricante de conservas tuvo el honor de unirse al eterno concierto de los mares, como uno de tantos ruidos de olas que chocan o piedras que se arrastran. El viento no quiso encargarse de llevarla a veinte varas de distancia siquiera.
Por entre los botes de pomadas y cosméticos; por entre las cajas de alfileres y juguetes, se descubría el perfil arqueológico de una vieja que era ama, dependiente y aun fabricante de algunas drogas. Más allá había otra tienda obscura, estrecha y casi subterránea en que se vendían papel, tinta y cosas de escritorio, amén de algún braguero ú otro aparato ortopédico de singular forma.
Izquierdo había sido chalán, tratante en trigos, revolucionario, jefe de partidas, industrial, fabricante de velas, punto figurado en una casa de juego y dueño de una chirlata; había casado dos veces con mujeres ricas, y en ninguno de estos diferentes estados y ocasiones obtuvo los favores de la voluble suerte.
A la Virgen, que aún se venera allí, la enramaban también con yerbas olorosas, y el fabricante de cucharas, que era gallego, se ponía la montera y el chaleco encarnado.
Aunque la agricultura es la ocupacion de la mayoría de los habitantes, la villa es muy fabricante, como todo el canton á que pertenece.
Desechose por unanimidad la idea de dedicarle al oficio de su padre. Pensaron en otros varios, sin lograr ponerse de acuerdo, hasta que D.ª Trinidad, la esposa de D. Remigio Flórez, fabricante de conservas alimenticias, propuso llevarle de criado recadista a su casa.
cuando vio con espanto sobre el mueble los restos de su herbario, de sus tiestos, de su colección de mariposas, de una docena de aparatos delicados que le servían en sus variadas industrias de fabricante de jaulas y grilleras, artista en marquetería, coleccionador, entomólogo y botánico, y otras no menos respetables.
Muchos curiosos pasaban por delante de la casa de don Rudesindo mirando con atención a los balcones, preguntando a los criados que salían, husmeando, en fin, lo que dentro pasaba. Se decía que Ventura estaba muy tranquila, y poco arrepentida de su conducta, que había comido como si tal cosa, y que había charlado y reído toda la tarde, con la esposa del fabricante de sidra.
Palabra del Dia
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