Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 22 de julio de 2025
Con faltarle su mujer, faltole al señor Joaquín la diestra mano, y fue decayendo en él aquella ufanía con que dominaba el mostrador, luciendo su estatura gigantesca, y alcanzando del más encumbrado estante los cajones de pasas, con sólo estirar su poderoso brazo y empinarse un poco sobre los anchos pies.
Magnífico y sorprendente era el espectáculo que este ejército presentaba, según me dijo el testigo ocular que lo presenció todo desde un escondrijo inmediato, el cual testigo ocular era un viejísimo Flos sanctorum, forrado en pergamino que en el propio estante se hallaba á la sazón. Avanzó la comitiva hasta que estuvieron todas las palabras fuera del edificio.
De esta clase de biografías de personas que pudieron ser importantes, estaban las fuentes en libros como aquellos que había en el cajón inferior del estante del Casino. Más ejemplares habría por el mundo, pero no se sabía de ellos, y Bedoya era de esa clase de eruditos que encuentran el mérito en copiar lo que nadie ha querido leer.
En el centro del salon hay dos inmensos globos; á la izquierda, entrando, hay en un estante de libros varios manuscritos de Petrarca, Catulo y otros escritores ilustres.
Detrás del mostrador se alzaba penosamente un mal estante con media docena de mazos de cigarros, envueltos en papel de estraza; algunos libritos de fumar, y un paquete de cerillas.
Otras, en cambio, indígenas hasta la pared de enfrente, se caían de puro viejas, y yacían arrinconadas, aunque las demás guardaran consideración a sus arrugas; y las había tan petulantes y presumidas, que despreciaban a las demás mirándolas enfáticamente. Llegaron á la plaza del Estante la ocuparon de punta á punta.
En los cajones inferiores del estante había algunos libros de más sólida enseñanza, pero la llave de aquel departamento se había perdido. Cuando un socio pedía un libro de aquellos, el conserje se acercaba de mal talante al pedigüeño y le hacía repetir la demanda. Sí señor, la crónica de Vetusta.... Pero ¿usted, sabe que está ahí? Sí, señor, ahí está...
El archivo del Gobierno que dicho sea de paso, es de los más ricos y ordenados que conozco me fué franqueado, y no había estante, tabla, ni legajo, que no hubiese registrado tomando luminosas notas y curiosísimos apuntes de la provincia.
En el centro se ve una gran mesa de trabajo, toscamente pintada y llena de muestras de granos y de libros de contabilidad; en una de las paredes están colgadas ropas usadas; en la otra, hay un estante cargado de cuadernos azules y le libros de encuadernación modesta. Juan echa a su alrededor una mirada tímida; después se acerca a los libros y se pone a leer los títulos.
Si hemos de creer á un viejo documento hallado en viejísimo pupitre, cuando ponían al tal edificio en el estante de su dueño, la tabla que lo sostenía amenazaba desplomarse, con detrimento de todo lo que había en ella.
Palabra del Dia
Otros Mirando