United States or India ? Vote for the TOP Country of the Week !


No era un libertino: las quería con toda la buena fe que el naciente siglo XIX permitía; y aunque él aseguraba no haber encontrado la suya, entreteníase con las demás esperando. Pero al fin, ó la había encontrado, ó había hallado una que de fijo le entretendría más que las otras. Después que conoció á Clara, había perdido el reposo.

Una vejezuela, con su gorra muy blanca y limpia, remangado el traje, barría con esmero las hojas secas esparcidas por la acera de asfalto; seguíala un faldero que olfateaba como desorientado cada montón de hojas reunido por la escoba diligente. Carros se velan muchísimos y de todas formas y dimensiones, y entreteníase Lucía en observarlos y compararlos.

En las primeras semanas, Roseta veía con cierto terror la llegada del anochecer, y con él la hora de la salida... Temiendo á las compañeras que seguían su mismo camino, entreteníase en la fábrica algún tiempo, dejándolas salir delante como una tromba, de la que partían escandalosas risotadas, aleteos de faldas, atrevidos dicharachos y olor de salud, de miembros ásperos y duros.

La señora de Maurescamp prodigaba, mientras tanto, al señor de Sontis, tantos agasajos que a pesar de su aplomo, el joven se encontraba visiblemente confundido; al mismo tiempo, como para imitar a su marido, entreteníase en beber copas llenas de Sauternes y Champagne, lo que le proporcionaba accesos de una alegría extraordinaria.

Dos horas antes, un chaparrón había refrescado la atmósfera y regado las flores del cura. Entreteníase él en buscar babosas, mientras que yo, bajo la influencia de dulces pensamientos, apoyaba mi frente contra el muro y me dejaba arrebatar por risueñas esperanzas.

Había topado en sus destilaciones una agua de olor de la religión de los ángeles. Entreteníase en esto por no destilar el juicio, por sustentar el cuerpo... ; prevenía polvos, secreto de los que más valen agora con las damas... .» La necesidad le llevaba á melancolizar filosóficamente en el solitario albergue, señalando sus cartas, cual piedras miliarias, las etapas del camino de la amargura.

Mientras tanto, María Valdivieso hacía una escena sentimental a Paco Vélez, porque lejos de ocuparse de ella, durante el riesgo de la mañana, había pensado tan sólo en salvarse a mismo; Jacobo y el tío Frasquito habíanse entrado en la Hospedería sin decir adónde iban, y Currita, llevada de sus gustos idílicos, entreteníase en echar migas de pan a un altanero gallo que merodeaba por el prado, seguido de algunas sumisas gallinas.