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Actualizado: 23 de julio de 2025
En esto, estaban concluyendo en Portsmouth una fragata para la Sociedad Vasco-Andaluza; no le faltaba mas que algunos detalles. Menchaca fué a Inglaterra a recogerla. No sé si sabrás que, cuando se construye un buque, se hace un libro o cuaderno que se entrega por el constructor al primer oficial que lo manda. Sí, lo sé.
En esto llega el señor empleado del Índice, silencioso siempre como un pez, y en lugar del libro le entrega de nuevo la papeleta. El sabio en estado de crisálida no sabe lo que aquello significa y da vueltas entre sus dedos al papel hasta que percibe dos palabritas de distinta letra debajo de su petición: no consta.
6 Y tu sierva tenía dos hijos y los dos riñeron en el campo; y no habiendo quien los separase, hirió el uno al otro, y lo mató. 7 Y he aquí toda la parentela se ha levantado contra tu sierva, diciendo: Entrega al que mató a su hermano, para que le hagamos morir por la vida de su hermano a quien él mató, y quitemos también el heredero.
¡Cuánto marido tolerante que entrega su mujer a la garra de los halcones y que se sitúa en el buffet con el sentido práctico de un convencido!
Federico siente entonces sobremanera verse excluído de la futura posesión del ducado de su padre; pero éste, que al celebrar su matrimonio, lo hace más bien por razones políticas que por amor, le encarga que vaya á recibir á su esposa. Luis, mientras tanto, siguiendo su costumbre, se entrega á otros amoríos.
De no aceptarse al novio, se le entrega el importe del servicio, el cual se le carga en cuenta al nuevo pretendiente que tenga la dalaga, de modo que el pamimianan no es ni más ni menos que un préstamo que se hace al padre, con la garantía de la hija.
Los compañeros se presentan con la licencia de su provincial y orden del vicepatrono, y mediante ella son admitidos sin hacerles entrega de nada. Hace dudar, y aún dudo, si estos religiosos son ambos curas, o a lo menos si ambos tienen iguales cargas.
Ella había sufrido íntimamente al ver que la pureza de las intenciones no bastaba, pero no había expresado su propio dolor, cierta de haber contraído un compromiso ante Dios hasta la muerte, y confiada en hacerle reconocer tarde o temprano, aun siendo el hombre que era, la santidad del deber. ¡Cuánto debía haberla amargado el desengaño al descubrir la inutilidad de su entrega!
El General soltó luego los presos, Y al teniente le entrega la bandera, Y h
Si inextinto el sedimento doloroso de la brega engañosos espejismos simulando dulce entrega fingen, alma, a tu miseria formular consolaciones, 15 rinde el plácido reclamo de sagrada tregua, el triste cavilar en la tragedia de tus lágrimas, y asiste con tu lauro al homenaje de exaltar consagraciones.
Palabra del Dia
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