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Actualizado: 30 de abril de 2025
D. Emilio Cotarelo es un erudito de notable ingenio y de muy buen gusto, a quien debemos estar agradecidos y dar grandes alabanzas los aficionados a la amena literatura y a todas las artes de la palabra. Sus libros nos maravillan por la diligencia y el tino con que el autor ha sabido recoger noticias. Sus libros enseñan mucho y deleitan más. Natural es que sean leídos, comprados y celebrados.
No: yo no soy liberal: yo soy un hombre de mi tiempo, tal como me han formado las circunstancias de mi país, no como me lo enseñan los libros. Yo soy un jacobino; yo quiero ser un inquisidor al revés, ¿me entiendes?, un hombre que sueña con la violencia, con el hierro y con el fuego, como único remedio para limpiar á su tierra de la miseria del pasado.
Que de hermosura y sanidad constasen Las vírgenes que al Moro se entregasen. Sin salud, sin ornato, sin belleza, Triunfos ya del dolor más lastimoso Despojos son del llanto y la tristeza. y entonces enseñan todas sus brazos izquierdos mutilados, puesto que se han cortado las manos.
Ella quería saberlo todo, no de aquella tranquila vida interior y regalada, al calor de la estufa, leyendo libros buenos, después de curiosear discretamente por entre las novedades francesas, y estudiar con empeño tanta riqueza artística como París encierra; sino la vida teatral y nerviosa, la vida de museo que en París generalmente se vive, siempre en pie, siempre cansado, siempre adolorido; la vida de las heroínas de teatro, de las gentes que se enseñan, damas que enloquecen, de los nababs que deslumbran con el pródigo empleo de su fortuna.
Dícese, prosigue, que las comedias son el espejo de la vida. El autor lo niega: ¿pero qué es lo que enseñan en puridad?
Simple respondió esta , ¿acaso tienes miedo de que le lleven a la Inquisición? ¿No ves que es demasiado chico para entender lo que le dicen y aprender lo que le enseñan?
Por esta razon han de exâminarse con cuidado las opiniones que recibimos en la niñez, y muchas otras que se enseñan en las Escuelas, y las que se adquieren en la conversacion y trato, y no han de creerse ciegamente, sino solo despues de bien exâminadas.
Hay unos empleados muy amables, que, mediante cierto saludo expresivo de manos, explican y enseñan todo. Allí tambien, como en el nuestro de Madrid, se enseña muy bien disecado y puesto el colosal esqueleto de un megaterio. Los tres reinos mineral, animal y vegetal con sus diferentes ramificaciones y familias, están dignamente representados con ricas colecciones.
Esos viajes te han corrompido; hasta creo que tienes muy poco de español. ¡Miren ustedes que negar lo que todo el mundo sabe, lo que enseñan hasta en las escuelas...! ¿Y los Reyes Católicos eran cualquier cosa? No necesitas libros para saberlo. Entra en el coro y verás en la sillería baja todas las batallas que los religiosos monarcas ganaron a los moros con el apoyo de Dios.
Pues en no confesar que creyó usted encontrarse con una pampita... legítima... inculta; y al oírme hablar no ha podido menos que pensar que, necesariamente, debo haber sido educada en Buenos Aires... ¡Aquí también hay, señor, quienes enseñan a leer... y hay libros... no crea!... ¿Usted lee mucho? le preguntó Ricardo, visiblemente confundido.
Palabra del Dia
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