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Actualizado: 21 de mayo de 2025


Había que tomar ciertas precauciones para no llamar la atención. De todos modos, esté usted pronto para embarcarse, capitán. Tal vez le avise con sólo un par de horas de avance.

Su propósito debió ser el de embarcarse en Cádiz, por cuanto á Don Juan Mendieta se le dieron 500 rs. por el gasto que hizo de su persona desde esta ciudad á la de Cádiz, guiando por tierra dos caballos del Embajador. Montaron todos los gastos del hospedaje quinientos veintisiete mil once mrs.

El puerto de la Guayra no es un puerto, ni cosa que se le parezca; es una rada abierta, batida furiosamente por las olas, que al llegar a los bajos fondos de la costa, adquieren una impetuosidad y violencia increíbles. Hay días, muy frecuentes, en que todo el tráfico marítimo se interrumpe, porque no es materialmente posible embarcarse. Por lo regular, el embarco no se hace nunca sin peligro.

No habíamos andado tres leguas cuando alcanzamos a ver dos caballeros montados en soberbios alazanes, que viniendo tras nosotros se nos juntaron en poco tiempo. Al punto reconocimos a Malespina y a su padre, aquel señor alto, estirado y muy charlatán, de quien antes hablé. Ambos se asombraron de ver a D. Alonso, y mucho más cuando este les dijo que iba a Cádiz para embarcarse.

Total de gastos, con hospedaje y alimentos de las tres personas en el Cuartelillo, cinco napoleones. Nada, pues, le quedaba ya que ver, como él decía, cuando le avisaron que era preciso embarcarse, porque estaba la fragata lista para darse á la vela. Esta noticia, que no le sorprendió lo más mínimo, acabó de anonadar á su madre y sacó, por un instante, de su habitual atolondramiento á tío Nardo.

Te juro que al día siguiente de tu llegada nos casamos, si lo deseas. ¿Acaso soy la primera que tiene miedo al mar? Pero mentía. La navegación no le inspiraba temor: se negó a embarcarse por ganar tiempo, pareciéndole que aquellos dos o tres meses no habían de acabarse nunca. Pocos días después emprendió Manuel su viaje.

Después de una larga discusión en que se oyeron varias opiniones respecto á las mareas, circunstancia muy de tener en cuenta antes de embarcarse en Pagbilao, se convino en que saliendo á la madrugada, encontraríamos agua bastante para el calado de nuestros botes, en el seno y bajo de Talusan.

Al abrir la puerta del rellano que correspondía á su alojamiento, vió en varias ocasiones la mampara verde de la oficina cerrándose detrás de muchos hombres, todos ellos de aspecto germánico: viajeros que venían á embarcarse en Nápoles con cierta precipitación, vecinos de la ciudad que recibían órdenes de la doctora. Esta se mostró más preocupada que de costumbre.

Llegaron al Moral. Don Mariano les tenía preparado un suculento refrigerio dentro de un vasto almacén que allí poseía, y la numerosa comitiva demostró una vez más que los aires del mar son el más excelente aperitivo para todos los estómagos. Cuando hubieron dado buena cuenta de él y descansado un ratito, tornaron a embarcarse para continuar su excursión.

Palabra del Dia

condesciende

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