Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 30 de junio de 2025
A pesar de ser tan diferentes, sentían que había en el fondo de sus almas algo que les disponía a las mismas impresiones, a las mismas apreciaciones de las cosas, a las mismas pruebas en la vida, a los mismos goces y a los mismos dolores.
Allí estaba él para servirle; podía decir cuál era su intención. El personaje volvió a hablar con no menos anfibologías y rodeos, como si temiese descubrir de golpe su pensamiento. El vivía muy ocupado. Era el hombre que en todo Madrid disponía de menos tiempo para dar satisfacción a sus particulares aficiones.
Obstáculos terribles que yo no puedo ni podré nunca vencer se oponen á que yo manifieste nunca otra cosa. Separémonos para siempre; otra cosa es imposible, imposible, imposible.... Dijo esto con mucha energía, y se disponía á marcharse. La devota hizo un gesto angustioso, cual si quisiera hablar. Parecía que después de lo que dijo había quedado muda.
¡Ni sé lo que haya puesto Garona!... Vaya sacando, amiga. ¿Quiere?... Yo ya vengo dijo desde la puerta Baldomero, teniendo del cabestro su azulejo al que le había sacado el cojinillo. Mientras se disponía la mesa bajo la enramada del poniente, los tres amigos salieron a «estirar las piernas» por las inmediaciones. ¿Por qué no llevan la escopeta? Don Melchor... puede que encuentren algo...
Como disponía en absoluto de la fortuna de la familia, ayudaba generosamente á Karl sin que el viejo se enterase. El fué quien tomó la iniciativa para que pudiesen realizar la mayor de sus ilusiones.
A pesar de estas reflexiones, la perplejidad del marido infiel no desaparecía; se agarraba como a una esperanza a la idea de que hubiera sido Fuejos el embustero. En cuanto tomemos el café, pensó, me voy a la zapatería a ver lo que ha habido. Pero Bonis proponía y Emma disponía.
Esta reserva de su antigua amante, que al principio le molestó, le parecía ya entonces el mejor modus vivendi que se pudiese desear. Esto dejaba más clara su situación y el contento experimentado le disponía para mejor saborear las alegrías de su regreso a los bosques. Sentía un placer casi infantil, al reconocer los caminos que había recorrido en otros tiempos.
»Crea usted lo que le plazca; pero prepárese, porque no le queda más que media hora de vida. »¿Te burlas de mí? »De ningún modo. Calcule usted mismo: treinta y cinco años que ha vivido realmente y veinticinco que ha disipado, suman sesenta. »Y al decir esto se disponía a salir de la estancia.
Puede ser grave.... Esto principalmente se estampó en el pensamiento de Julián. Sí que podía ser grave: ¿Y de qué medios disponía él para conjurar la enfermedad y la muerte? De ninguno. Envidió a los médicos.
Millares de creyentes confian en mi espada: ¿me espondré á perderla en defensa de una ciudad que salvaré hoy y morirá mañana? ¿en defensa de una ciudad sobre la cual pesa hace siglos la mano de un fatal destino?» Quiso cerciorarse de las fuerzas de que disponia S. Fernando, y aumentaron sus temores.
Palabra del Dia
Otros Mirando