Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 18 de octubre de 2025


Siendo esto así, ¿cómo ha de tener el hombre por bien verdadero á una cosa que las mas veces le causa daño? ¿Que en lugar de ocasionar el gusto, causa desabrimiento? ¿Que lejos de conservarle, muchas veces le destruye? ¿Que en lugar de producir un contento durable y sólido, solo ocasiona un gusto transitorio y aparente? ¿Que en vez de apartar los males que pueden hacerle infelíz, los atrae, los lleva, y casi siempre los acompaña?

Vosotros añadía Gabriel no sufrís la esclavitud del trabajo como los que viven en plena explotación moderna. La Iglesia no os exige grandes esfuerzos, el servicio de Dios no os destruye por medio de la fatiga, pero os mata de hambre. Existe una desigualdad monstruosa entre lo que ganan los que cantan sentados en el coro y vosotros que prestáis al culto el esfuerzo de vuestros brazos.

Esto se funda en que los sentidos se nos han dado para nuestra conservacion: el dolor es indicio de cosa que nos destruye, y el deleyte de cosa que nos conserva; con que somos naturalmente llevados por nuestro propio bien ácia el deleyte, y huimos siempre de qualquiera dolor.

Toda otra consideración, toda otra forma, no destruye la imagen de esta mujer. Entre el Crucifijo y yo se interpone; entre la imagen devotísima de la Virgen y yo se interpone; sobre la página del libro espiritual que leo viene también a interponerse. No creo, sin embargo, que estoy haciendo de lo que llaman amor en el siglo. Y aunque lo estuviera, yo lucharía y vencería.

De estas consideraciones se infiere que lo que se llama, espontaneidad del alma, y que tanto llama la atencion de algunos filósofos modernos, es un fenómeno muy generalmente conocido, que ni destruye la actividad interna ni nos dice nada nuevo sobre el carácter de esta actividad.

El filósofo, por su parte, busca en la apatía, en la serenidad, en la sapiencia, correctivo a la abrumadora pasión recóndita. Esa es la sofrosine. El filósofo llora por dentro y sonríe por fuera. Cuando al filósofo le llega la hora de su drama, su drama es tan intenso que siente como que se destruye, no ya su propio corazón, sino todo el universo, y nada existe ya.

La explicacion supone varias nociones cuya combinacion se expresa en el discurso; en el acto intelectivo no las hay: cuando se ha dicho pensar ó entender, se ha dicho todo. Esta simplicidad no se destruye por la multiplicidad objetiva; tan simple es el acto con que se percibe un solo objeto, como otro con que se comparan dos ó mas.

El ímpetu, ó destruye en un momento todos los obstáculos ó se quebranta; la energía sostiene algo mas la lucha, pero se quebranta tambien; la firmeza los remueve si puede, cuando no, los salva, da un rodeo, y si ni uno ni otro le es posible, se para y espera.

Se agita como sobre un trípode y sus palabras se arrastran o retumban con acentos proféticos. Destruye, no obstante, la sofística de Simon, y sin injuriarlo por su intención, hace ver el caos que sobrevendría a la prensa sin ningún género de moderador. El voto le da el triunfo. Luego, la sesión se arrastra, levántome y tomo mi sombrero para trasladarme al Palacio Borbón.

Consignemos pues el hecho, y no caigamos en la extravagancia de afirmar que en el umbral del templo de la filosofía está sentada la locura. Al examinar su objeto, debe la filosofía analizarle, mas no destruirle; que si esto hace se destruye á propia. Todo raciocinio ha de tener un punto de apoyo, y este punto no puede ser sino un hecho.

Palabra del Dia

sueldos

Otros Mirando