Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 21 de mayo de 2025


Pero Cueva, que en su Ejemplar poético fué el primer escritor crítico que defendió el naciente teatro español de los ataques de los clasicistas, no era un poeta de genio: sus obras son superiores como idea a como realización, y con sus limitadas fuerzas creadoras nunca habría llegado a imponer sus doctrinas estéticas.

Defendió a su antigua querida o, mejor dicho, la compadeció como un hombre galante que ya no ama, pero que se cree amado aún. Llenó este dulce deber con una tal delicadeza, que Germana aun quedó agradecida, porque apreció una vez más la rectitud y la firmeza de su alma. Además, si le permitía al conde dar su compasión a la señora Chermidy, es porque estaba bien segura de poseer todo su amor.

¡Cuántos judaizantes no sufrian entonces con el mayor esfuerzo la horrible muerte que les era destinada por los inquisidores! La Catalina al lamerla las llamas gritó repetidas veces que la sacaran de allí aunque siempre pertinaz en no invocar á Jesus. Valls al llegarle la llama se defendió, se cubrió i forcejó como pudo hasta que no pudo mas.

Contra los de estos tres enemigos, que aun divididos eran poderosos, comenzó la guerra el Duque, y fué tan dichoso en ella, que no solamente reprimió la furia y rigor de sus enemigos, y defendió su Estado, pero tambien cobró treinta fuerzas que le habian usurpado. Últimamente se trataron y concluyeron paces con todos, pero se hicieron muy aventajadas por parte del Duque.

Subieron por ellas treinta Genoveses de los de Jaqueria, y cincuenta Catalanes. Vino luego el dia con que fueron descubiertos, y se les defendió la entrada, pero peleando valientemente ganaron una puerta por la parte de adentro, y abierta, dieron libre la entrada á los demas que quedaban fuera.

Don Miguel Lucas, condestable de Castilla, defendió en Jaen á los desdichados hebreos con todas sus fuerzas, i desbarató las turbas amotinadas, del mismo modo que el Sol rompe i deshace las nieblas que le estorban derramar sus rayos sobre la tierra.

Todavía se defendió, pero en retirada, negando mi cariño, para verme afirmarlo cada vez con más brío. ¡Si ella pudiese ir! ¡Qué feliz sería asistiendo a mi triunfo! Pero no había que pensar en ello siquiera.

Y era digno de verse cómo se coordinaba poco a poco el menudo ejército; cómo sin prodigar órdenes se formaban columnas; cómo se eliminaba a las hembras, aunque alguna hubo tan machorra que defendió a pescozones su puesto y jerarquía. Crecía el estrépito, engrosaban las haces. ¿De dónde había salido toda aquella gente?

Contempla al pueblo libre que en el Istmo Defendió con intrépido heroismo El suelo que dos mundos ha de atar; Al formarle parece que Dios quiso Dar á su Americano paraíso Vínculo de eternal fraternidad.

No la defendió en la tertulia por no contradecir a doña Inés y por no censurar indirectamente la excesiva severidad del padre Anselmo contra el lujo de las mujeres; pero allá en su interior no vio nunca malicia en lo que Juanita había hecho, y se limitó a calificarlo de inoportuna ligereza, de que la madre era más culpable que la hija.

Palabra del Dia

tundas

Otros Mirando