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Actualizado: 2 de mayo de 2025
En esto quizás, mas bien que la falta de pureza en el arte que tradicionalmente practicaban los artífices mudéjares, debemos considerar una concesion hecha por el estilo favorito de la corte al celo sacerdotal, resentido tal vez, y con razon sobrada, de que se erigiese una Capilla Real sin contar para nada con el magestuoso estilo del occidente.
¡A Juan, porque, ya después de aquellas cartas extrañas que Lucía le había escrito a la finca sin hablarle de su vuelta, recibirlo de aquel modo, con aquella mirada, con aquella explosión de cólera, con aquel desdén! ¿Pues cuándo había cesado de pensar Juan, cuándo, que aquel cariño que con tanta ternura prodigaba, sin fatiga ni traición, sobre su prima, era como una concesión de él, como un agradecimiento de él, como una tentativa, a lo sumo, de asir en cuerpo y ver con los ojos de la carne las ideas de rostro confuso y vestidura de perlas, que cogidas del brazo y con las alas tendidas, le vagaban en giros majestuosos por los espacios de su mente?
Al que se aventaje en los mas útiles, y nos demuestre puerto seguro para el abrigo de las embarcaciones, ofreciendo poblar, compénsesele estos gastos con la concesion de algun privilegio, ó licencia para hacer su pesqueria en el tiempo que parezca regular, con formal obligacion y contrata de hipotecas.
Fernando, ante estos vestigios de la época del Imperio, evocaba en su imaginación el típico caballero del Brasil tradicional, tal como lo había visto en libros y grabados: galante en sus maneras, sentimental y poético como un lusitano, la cara enjuta y pálida, con ancha perilla, sudando bajo la levita negra y el cilindro lustroso del sombrero de copa, un quitasol bajo el brazo y unos pantalones blancos de hilo por toda concesión al clima de su país esplendoroso.
Tocó el cerrojo para cerciorarse de que estaba corrido, y se fue a la sala. Patricia volvió a la cocina. «En todo caso, es demasiado pronto» pensó Fortunata sentándose en una silla y poniéndose a pensar. Fue como una concesión a las ideas malas que con tanta presteza surgían de su cerebro, como salen del hormiguero las hormigas, en larga procesión, negras y diligentes.
Los visitantes comunes del Salto hacen noche en Soacha, para madrugar al día siguiente y llegar a la catarata antes que las nieblas la hagan invisible. Pero nosotros íbamos con el señor de la comarca, pues la región del Tequendama, pertenece a la familia Umaña, por concesión del rey de España, otorgada hace doscientos y tantos años.
Es una grande concesion la que hace aqui lord Byron a la moral religiosa; pues le vemos, muy a menudo armarse de una duda sacrilega, atacar toda revelacion venida de arriba, y hasta lo que nos descubre un sentimiento intimo, la existencia de un criador.
A sus ojos asomaron las lágrimas. «No interprete usted mis lágrimas como una concesión dijo a Isidora . Lloro por el recuerdo de mi querida hija. En cuanto al parecido...». Volvió a observarla tan fijamente, que Isidora, al sentirse acariciada por aquel mirar profundo, se estremeció de esperanza.
D. Francisco José Rodriguez Chico, quien impetró del Rey Cárlos III, la concesión del Colegio e Iglesia de la extinguida orden y algunas de sus rentas para Seminario Conciliar, gracia que concedió el monarca en 25 de Agosto de 1769.
No parece próxima la concesión al solar rizalino de la independencia que ansía. Tanto peor para el idioma inglés. Porque el nacionalismo, henchido de brillantes poetas y prosistas, por dar en rostro al detentador, más ahincadamente empleará y propagará nuestro romance.
Palabra del Dia
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