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Actualizado: 4 de octubre de 2025
En La cosaria catalana, de Matos Fragoso, aparece una tropa de comediantes, cautiva en poder de moros.
El lugar comprendido fuera de los bastidores, estaba lleno de gente, toda alegre y toda non sancta: comediantes y comediantas, poetas, galanes de bastidores y criadas; se hablaba, se murmuraba, se mentía; y al pasar Dorotea junto á un grupo de hombres, en medio del cual había una joven sumamente hermosa, dijo á uno de los del corro, haciéndole reparar con una indicación en Juan Montiño: Dejad estar entre bastidores á este caballero, que es cosa mía.
Las «bajas» habidas en los teatros provincianos, acuden á cubrirlas los comediantes residentes en Madrid y viceversa; es un cambio rapidísimo de intereses, un flujo y reflujo pintoresco y alegre, con alegría zumbadora de enjambre, que recorre toda la nación de un extremo á otro.
Pepe Rubio busca la soledad y va y viene, la vista fija en el suelo, las manos cruzadas á la espalda. Son noches de fiebre en que, de telón adentro, nadie nos estrecha la mano, en que parece que nadie nos conoce... El pánico de esas horas crueles obliga á muchos comediantes á adoptar ciertas precauciones.
Vicente Domingo, gracioso muy popular, de quien se cuenta esta anécdota: «Había sido antes trompeta en el ejército español, y conservaba siempre afición á este instrumento: estando en el campo en una ocasión con una compañía de comediantes, vieron á lo lejos una partida de ladrones; Domingo aconsejó á sus compañeros que, con sus caballos y mulas, figurasen una tropa de soldados, y él tocó en seguida marcialmente la trompeta, asustando á los salteadores, que se pusieron en fuga.»
II. Christóbal Suárez de Figueroa, Plaza universal de ciencias y artes , discurso 91 de los comediantes y autores de comedias: «España ha tenido y tiene prodigiosos hombres y mujeres en representación, entre otros Cisneros, Gálvez, Morales el Divino, Saldaña, Salcedo, Ríos, Villalva, Murillo, Segura, Rentería, Angulo, Solano, Tomás Gutiérrez, Avendaño, Villegas, Mainel: éstos ya difuntos.
Pues nos consolaremos con la poesía, con la música y con las otras bellas artes. De un modo pasivo, nos limitaremos a ser público y nos deleitaremos asistiendo a la representación. Y de un modo activo, seremos comediantes, poetas o compositores de música, y representaremos nuestras óperas y nuestros dramas. Tal es el punto final a que ha llegado el Sr. Gener después de todos sus estudios.
El origen de estas mascaradas del sentir colectivo es lo que los comediantes ignoran y lo que todavía ningún psicólogo ha explicado.
Una gran masa de carne humana formaba en extenso círculo, salpicado de gran profusión de juepes que daban más humo que luz: una mesa ante la cual se encontraban tres apuntadores llamados á relevarse unos á otros, cuatro bancos corridos para los comediantes, estando á la derecha ellas y á su mano contraria ellos, y las sillas presidenciales de los maridables Tintay y Tenten formaban el cuadro.
Manuscrito de la Biblioteca Nacional de Madrid, H. 38, que contiene los sucesos ocurridos en febrero de 1636 hasta septiembre de 1642: Madrid 26 de abril 1636. «Domingo huvo grandes prevenciones en Palacio para entremeses y comedias de repente, haciendo prevenir á todos los comediantes hiciesen cuantas buffonerías pudiesen para hacer reir á Su Magestad, que por la mañana estuvo de secreto en su capilla.»
Palabra del Dia
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