Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 4 de octubre de 2025
Como los pintores, como los novelistas, los actores buscan en la calle, en el ateneo ó en la taberna, datos ó croquis que luego adaptarán á las figuras ó caracteres que quieren interpretar. Algunos comediantes que, como Coquelin y Pepe Santiago, saben algo de dibujo, tienen un álbum donde apuntan ligeramente las cabezas y los gestos que más interesaron su atención.
Pues ahí van mil, contestó el bendito señor, dándole un cartucho de monedas que ya llevaba preparado al efecto; pero es preciso que ahora mismo desaloje usted el local, y sin perder un solo minuto salga con su gente de Santander.» El comediante vió el cielo abierto, hizo lo que deseaba el Intendente, y, sin salir éste de la bodega, se desarmó la tramoya, se cargaron las caballerías, montaron los comediantes ... y nadie volvió á acordarse de ellos. ¿Pero usted cree que cuando el Intendente, lleno de júbilo, entró por la noche en la tertulia, hallábamos medio de hacerle tomar la parte que nos correspondía de los mil reales? ¡Que si quieres!
Además de este prudente equilibrio y semejanza de unos artistas con relación á otros, el director de la compañía necesita tener muy bien determinada la clase de literatura que sus comediantes han de cultivar, de tal suerte, que las comedias encajen en la arquitectura ó complexión material y moral de sus intérpretes y parezcan como confeccionadas á su gusto y medida; pues actores conocemos que no saben moverse dentro de los moldes pulidos y ricos en policromias interiores de la comedia moderna, y que en los dramas románticos y violentos, por el contrario, saben llegar á las notas más agudas de la emoción; y otros, en cambio, fríos, correctísimos, incapaces de un verdadero gesto trágico.
No había que hablar a aquellos jóvenes, que se reunían todas las tardes y todas las noches del año en torno de una mesa del café Oriental, de otra cosa que de teatros y comediantes.
En las representaciones de los autos tomaron parte los comediantes Melchor de Villalba, Francisco de Palencia, Pedro Nubio y Vicente Caballero, el cual ganó la joya. A Melchor de León autor y comediante, se libraron 300 ducados para él y su compañero por dos carros de representación que sacó el día del Corpus del mismo año de 1597.
Y, entrados en el teatro, discutieron si la profesión de actor era ó no digna de consideración, y contaron que un sacerdote había sostenido, que los comediantes son gente infame é indigna de recibir el Santo Sacramento.
De pie, y apoyados familiarmente sobre el respaldo de los sillones, algunos comediantes, vestidos ya para salir á escena, escuchan la conversación y celebran sus donaires.
Las comedias de ruido se llamaron también comedias de caso y comedias de fábrica. Lo primero consta del Día de fiesta, de Juan Zabaleta: Coimbra, 1666, parte 2.ª, pág. 95, y lo segundo de un escrito inédito de Bances Candamo sobre el drama español. Compañía de comediantes est illorun societas, qui sunt ad comediam agendam necessarii.
A un dramaturgo le basta con escribir al margen de su original la siguiente acotación: «Salón elegante. Es de noche. Fulana y Zutana aparecen por la izquierda y en trajes de baile...» No necesita añadir más; el resto queda encomendado á la diligencia de los comediantes y del director de escena.
Una compañía. ¿Compañía de qué?... ¿De qué ha de ser?... Hay muchas compañías... la de Jesús, las de comediantes, las de los mercaderes... La que yo quiero es una compañía de soldados. ¿Y habéis hablado á alguien? La tengo casi ciertamente... ¡Ah! ¡es verdad! ¡sois sobrino del cocinero de su majestad! ¿Y creéis que mi tío puede?...
Palabra del Dia
Otros Mirando