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Actualizado: 3 de junio de 2025
El señor Fermín que iba a la cabeza de la procesión, estaba ya en mitad de la cuesta, cuando apareció en la entrada de la capilla el grupo más interesante; el padre Urizábal, con una capa de claveles rojos y dorados deslumbrantes, y junto a él Dupont, empuñando su cirio como una espada, mirando a todos lados imperiosamente, para que la ceremonia marchase bien y no la desluciera el menor descuido.
Pues, ¿y en la procesión, señor Durand? cuando presumía con su cirio, que quería llevar siempre como una espada, a pesar de las lecciones del monaguillo... Pero lo que desolaba sobre todo al señor cura es que el capitán Kernok mascaba tanto, que durante la misa escupía sobre todo el mundo.
No volveré á Southampton sin ofrecer un cirio de cinco libras al buen San Cristóbal en la capilla del convento. Vaya, pues me alegro, comentó Sir Oliver, porque á la verdad prefiero morir enjuto, por más que después de haber comido tanto pescado en esta vida, sería muy justo que los peces me comiesen á mí. Y ya que de comer se trata, á mi cámara me vuelvo....
Al salir de las tierras de Dupont y verse en la carretera, los hombres rompieron a hablar. Detuviéronse un instante para fijar su vista en lo alto de la colina, donde se destacaban las figuras de don Pablo y sus empleados, empequeñecidas por la distancia. Los viñadores más jóvenes miraban con desprecio el cirio regalado, y apoyándolo cerca del vientre, lo movían con cinismo, apuntando a lo alto.
En la capilla de S. Pedro dotó doce memorias por D.ª Leonor de Bocanegra, su prima, y tambien dejó dotacion para que en el Sagrario ardiese un cirio continuamente; y á fin de que en la procesion de las vísperas y fiesta de las Once mil Vírgenes se llevase la cabeza de Sta. Ursula, dejó para distribucion 50 maravedís de moneda blanca.
Las mil frases bonitas que había leído y conservado en la memoria para matizar con ellas su pintoresca elocuencia acudieron en tropel a sus labios saliendo a borbotones. ¿Qué plan de vida podía tener él, como no fuera pasar la suya entera adorando a Elvira, con una pasión humilde, discreta, satisfecha con arder a lo lejos, como en la última grada del altar el cirio de un pobre?...
Palabra del Dia
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