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Actualizado: 12 de junio de 2025
Llevaban la intencion de recorrer en parte las neveras del Monte-Blanco y visitar todas las curiosidades naturales de Chamonix. Raras veces he viajado con un compañero tan instructivo como ese digno pastor vaudense, que me pareció uno de los mas bellos tipos del sacerdocio moderno.
Chamonix es en realidad un pueblo de guias ó conductores de viajeros, que prestan su servicio por turno rigoroso, son propietarios de mulas aperadas y viven asociados en su profesion, conforme á un reglamento de la autoridad. Durante la primavera todos esos hombres son agricultores. En los meses de verano pasan á ser guias y muleteros, sin descuidar por eso sus labores.
La poblacion en toda ella se reduce á Chamonix y cinco ó seis caseríos pobrísimos, con 2,000 habitantes á lo sumo. Chamonix es literalmente un pueblo de hoteles y posadas, mas ó ménos confortables y de apariencias mas ó ménos seductoras. Los edificios son todos de granito con pisos de tablas.
El valle de Chamonix, situado a cerca de 1,000 metros de elevacion sobre el nivel del mar, mide una longitud de 20 á 25 kilómetros del N.-E. al S.-O., y una anchura de 1,500 á 2,000 metros. Súrcalo en toda su extension el Arve, rio que, naciendo en las heladas alturas del cuello de Balme, se acrecienta fuertemente con las aguas que arrojan al valle las inmediatas neveras que lo dominan.
Caballeros en dos robustas y pacientes mulas y guiados por un excelente muletero, hombre sencillo, inteligente, locuaz, benévolo y muy conocedor del país y de sus tradiciones, como son casi todos los guias saboyardos, emprendímos la marcha de Chamonix á Vevey, tomando el camino de la Cabeza-Negra.
Hay tanta majestad en aquel mundo de granito y hielo, que casi es un atrevimiento injurioso el aspirar á describirlo de cualquier modo. La aldea de Chamonix ocupa el centro mismo del valle á igual distancia de las neveras llamadas de Bois y Bossons, que son las mas próximas á la planicie.
Las inglesas, uniformes como hechas en molde, contenían á veces observaciones de una singular candidez como estas: «Chamonix is a very beautiful country! John Belton.» «I am very happy indeed; William Carter.» Las de italianos abundaban en citas de versos de Dante, Ariosto y otros poetas ilustres.
Esto hace honor á esos sencillos montañeses tanto como al Gobierno de Cerdeña que hasta 1860 los regia, interesándose sobre todo en favorecer la instruccion primaria y las vias de comunicacion y excursion. Son numerosas é interesantes las excursiones que puede hacer el viajero curioso en Chamonix.
Al cabo, el bosque termina, el terreno se nivela, el Arve presenta un curso ménos tormentoso, las montañas se abren un poco, y el valle de Chamonix, tapizado de flores, helechos y gramales, y poblado de mieses y animales de cria, se desarrolla seductor, dominado á un lado y otro por estupendos peñascos ó cerros de granito, bosques elevados de abetos y pinos, y mares de hielo que tienen la triste solemnidad de la desolacion.
Estas observaciones, que por ser personales nada tienen de nuevas ú originales sinembargo, y que he confirmado en todas mis excursiones, me vinieron desde luego á las mientes al seguir, en la diligencia de Ginebra, la carretera que conduce á Chamonix.
Palabra del Dia
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