Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 5 de mayo de 2025
El cuarto cuerpo tiene cuatro ventanas que dan luz a una espaciosa cámara, con vigas borneadas en el techo, colgada de ristras de pimientos y de horcas de cebollas y ajos, llena de simples mantenimientos para la comida cotidiana. Enfrente de la casa, formando plazoleta, hay una cochera y una ermita. La ermita es pequeña; es de orden clásico.
ESTOFADO. Se parte a trozos la carne bien magra y se pone en una olla con aceite, un poco vinagre, vino blanco, una cabeza de ajos, cebollas enteras y sal; el agua necesaria, y que cueza a fuego lento; pueden mezclarse algunas patatas.
Aquellos grandísimos puercos que adoraban gatos, puerros y cebollas, le hacían mucha gracia al orador sagrado. «¡Con qué sandunga les tomaba el pelo a los egipcios!», según expresión de Joaquinito Orgaz, religioso por buen tono y que creía sinceramente que era un disparate la idolatría.
LANGOSTINOS A LA AMERICANA. Cortar en trozos la carne de una langosta fresca y hacerlos saltar en la sartén a buena lumbre, en aceite con cebollas y charlotas picadas. Hacer que se reduzca la salsa a lumbre viva. Servir inmediatamente. LANGOSTA. Lo mismo entera que cortada a pedacitos o ruedas, se mete en agua hirviendo unos minutos, cuidando de quitar bien la veta y que no pierda el jugo.
Provincias enteras venían del desierto cargando con sus cebollas para alimentarse; viejos, jóvenes y niños trabajaban acarreando piedras, labrándolas y cargándolas sobre sus hombros, bajo la direccion del látigo oficial; y despues, volvían á sus pueblos los que sobrevivían, ó perecían en las arenas del desierto.
Como si debajo della estuvieran todas las conservas de Valencia, con no haber en la dicha cámara, como dije, maldita la otra cosa que las cebollas colgadas de un clavo. Las cuales él tenía tan bien por cuenta, que si por malos de mis pecados me desmandara a más de mi tasa, me costara caro. Finalmente, yo me finaba de hambre. Pues ya que comigo tenía poca caridad, consigo usaba más.
Por fin, un día en que Ramiro llegó a sentir de modo insufrible el tormento del hambre, el anciano misterioso acertó a pasar a la hora del anochecer, llevando por delante, sobre la silla, un cesto pequeño lleno de hogaza y una ristra de cebollas colgada del hombro. Ramiro caminó hacia él, exclamando: ¡Dadme, por Dios, una cebolla y un poco de pan! El hombre prosiguió su camino.
GUISANTES A LA INGLESA. Después de limpios se cuecen en agua hirviendo con sal y pimienta; se escurren, y sirven con trocitos de manteca fresca de vaca. GUISANTES A LA BILBAÍNA. Se cuecen con aceite crudo y cebollas; después se echan patatas muy pequeñas, y al momento de servirlos se les echa por encima aceite frito con un ajo.
PASTEL DE RODABALLO. Se limpia el pescado; se deja cocer a medias; se sazona y echa hierbas finas; se pone en la pasta con manteca fresca, yemas de huevos duros y cebollas picadas; se cierra la pasta y se pone al horno. LENGUADOS FRITOS. Se limpian y envuelven en huevo y pan molido, si no, en harina solo, friéndolos en cualquiera de los dos casos en aceite muy caliente.
Dé lo que doy fe porque lo vi.... Adelante.... Resulta de que, al caer la paré, quedó un juriaco abierto. Claro está. Y por ese juriaco entraron después, con perdón de usté, dos de la vista baja . Adelante. Y estos dos de la vista baja, con perdón de usté, me jocaron el güerto, me comieron las patatas, me tronzaron los posarmos y me desbarataron dos semilleros de cebollas....
Palabra del Dia
Otros Mirando