Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 9 de junio de 2025


Pepita, aunque la pregunta venía después de mucha broma, y pudiera tomarse por broma, y aunque inexperta de las cosas del mundo, por cierto instinto adivinatorio que hay en las mujeres y sobre todo en las mozas, por cándidas que sean, conoció que aquello iba por lo serio, se puso colorada como una guinda, y no contestó nada.

Garmendia no se atrevía a mostrarse francamente volteriano, y procedía en la conversación con insidia, por frases sueltas, por observaciones al parecer cándidas. Los que más se indignaban con él eran dos carlistas cerrados, venidos del interior de la provincia: el uno, administrador de un título; el otro, contratista de piedras. El administrador se llamaba Argonz; el contratista, Echaide.

Desde allí le traían, para autoridad, pasatiempo y deleite de él y de sus súbditos, cobre, estaño y ámbar, cándidas pieles de armiños y de cisnes, jimios y papagayos, especierías y perfumes, perlas y diamantes, marfil y oro. Alguien de mi familia privó con Ciro el Grande y volvió con Zorobabel a reedificar la Ciudad Santa.

Pero hacía ya algunos días que, desengañado tal vez, o por ventura para hacerse interesante, se dedicaba a una de las de Enríquez, que, con ser amiga y parienta de la condesita, le había recibido con los brazos abiertos. Entonces observé que ésta procuraba atraérselo de nuevo, prodigándole aquellas sonrisas cándidas y bellas de querubín con que le había enloquecido a él y a otros muchos.

A veces un corazon inexperto duerme tranquilamente el sueño de la inocencia: sus pensamientos son puros como los de un ángel, sus ilusiones cándidas como el copo de nieve que cubre de blanquísima alfombra la dilatada llanura; pasó un instante; se ha corrido un velo misterioso; el mundo de la inocencia y de la calma desapareció, y el horizonte se ha convertido en un mar de fuego y de borrascas. ¿Qué ha sucedido?

Soy incapaz de enamorarme dijo ella con sonrisa amarga que su cuñado no entendió. El amor viene cuando menos se piensa afirmó éste sentenciosamente. Estamos años y años sin sentirlo, y un día, ¡paf! da un vuelco el corazón. Es que hemos hallado nuestra media naranja. Estas palabras tan cándidas como crueles, removieron las escasas gotas de hiel que Cecilia guardaba en su pecho.

A través de los espacios y los tiempos marcan, marcan mi sendero, y no me dejan cual me dejó la esperanza. ¡Van siguiéndome, siguiéndome como dos estrellas cándidas, cual fijas estrellas dobles en el Cielo apareadas!

Abajo, la plataforma del escenario, donde se representaban los milacres, piezas dramáticas, cándidas y sencillas como sus versos lemosines, cuyo argumento, girando en torno del mismo punto, trata siempre de las querellas feudales entre Centelles y Vilaraguts, de la conversión de los moros de Granada o de alguna treta de los impíos contra el elocuente apóstol, todo sazonado al final con el necesario milagro del santo y el correspondiente sermón en endecasílabos.

Palabra del Dia

lanterna

Otros Mirando