Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 22 de junio de 2025
Conque hable usted claro, que estamos lejos y cae agua.
Me han quitado la planchas, don Luis. Quieren que me vaya. Los ricos de Gallarta, todas esas gentes que he conocido pobres como yo, me odian y me tienen miedo. El amo de la barraca no sabe cómo echarme. Hace una semana me han quitado la techumbre, la lluvia cae en mi casa como en la calle, pero el Barbas firme en su puesto con la compañera.
Oh, mil veces, mil veces venturosa La juventud que en lucha tan hermosa Puede toda su sangre derramar; La que serena ante el embate rudo De los tiranos, cae en el escudo Del mártir de una causa universal.
La muchedumbre hormigueaba delante del sucio y repugnante edificio en espera de algo; ¡un algo bien espantoso por cierto! Yo fui a engrosar aquel gran montón, como una gota de agua que cae en el mar. Allí los rostros ya expresaban algo: la impaciencia.
Godofredo, tanto á causa de su aflicción por el rapto de Alfreda, cuanto por los remordimientos de su conciencia, hijos de su mal paso, cae en un estado próximo á la locura, y se presenta sollozando ante el Rey en compañía de los dos hijos que ha tenido de su esposa.
Y además el silencio, ese gran silencio del invierno...; la nieve todavía blanda, que cae de la copa de los altos abetos sobre las ramas inferiores que se inclinan; las aves de rapiña, dando vueltas de dos en dos por encima de los montes y lanzando sus gritos de combate: cosas son ésas que sólo se pueden ver, que no se pueden describir.
No andes, Sancho, desceñido y flojo, que el vestido descompuesto da indicios de ánimo desmazalado, si ya la descompostura y flojedad no cae debajo de socarronería, como se juzgó en la de Julio César.
Rocchio pensaba que él, siquiera, era un hongo, y que en su triste cuarto de hombre solo, no encontraría lágrimas en el día de la desgracia, si llegaba. Ya que se cae, por la propia falta, sufrir solo sus consecuencias es siempre un consuelo para los corazones generosos.
Pensó en su amigo Atilio, en el coronel, en Villa-Sirena, blanca é irisada por el sol del Mediterráneo, entre olivos y cipreses. El diluvio cae sobre el mundo. Tal vez las antiguas tierras vuelvan á emerger; tal vez queden sumergidas para siempre... Vamos á esperar, refugiados en nuestra Arca.
Yo podría mostrarte dijo muchos documentos iguales á esos... Pero tú eres hombre, y los hombres deben traer mucho dinero á su casa para que no sufra su mujercita. ¿Cómo voy á pagar mis deudas si tú no me ayudas?... Torrebianca la miró con una expresión de asombro. Te he dado tanto dinero... ¡tanto! Pero todo el que cae en tus manos se desvanece como el humo.
Palabra del Dia
Otros Mirando