Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 15 de julio de 2025


¡Bandidos! gritó con voz terrible. Nunca, había sentido impresión tan fuerte. Trató de derribar aquella puerta misteriosa; pero manos muy fuertes lo impedían de la otra parte. Bajó como un loco, volvió al comedor, entró en la alcoba de la devota por donde mismo había entrado Bozmediano, y pasó al cuarto donde estaba Clara. Encontróla temblando, con los ojos llenos de lágrimas.

¡Doña Clarita! dijo Pascuala abrazando á Clara con más suavidad que su marido y llevándola adentro. Al encontrarse en el dormitorio de los Pascuales, la sobrina de Coletilla, que había agotado todas las fuerzas de su cuerpo y de su espíritu en aquella noche, se dejó caer en una silla y perdió el conocimiento. #Un momento de calma#. Bozmediano y Lázaro hablaron poco por el camino.

¿Eres tonta? le dijo Lázaro. ¿No ves que eso es efecto del miedo? El miró y examinó atentamente: no había nadie. Salieron al patio, que estaba lleno de escombros y de leña, y tampoco vieron nada. Indudablemente había sido efecto del miedo. El día siguiente pasó sin ningún suceso notable, y al anochecer llegó Bozmediano. Lázaro, desde que le vió entrar, conoció que no estaba tranquilo. ¿Qué hay?

He sabido que Quintana, que va al Príncipe con frecuencia, ha salido antes de las diez; he sabido que Bozmediano y su hijo, que asistían á la tertulia del marqués de las Amarillas, se marchaban á eso de las diez los tres juntos. Esto se ha repetido varias noches. ¿Y no se les sigue para saber dónde van?

No procedía éste como los amantes vulgares, en quienes la pasión no es más que un egoísmo un poco espiritualizado. En Bozmediano los movimientos de delicadeza y generosidad eran espontáneos y vehementes. No le fué difícil conseguir lo que apetecía.

No le negaré á usted que desde entonces me interesó muchísimo; que pensé en que nada podía satisfacerme tanto como sacarla de la prisión, darle alegría y librarla de la tutela de aquel hombre sombrío, capaz de poner triste á la misma felicidad. Bozmediano contó después la segunda entrevista con Clara, recordando hasta algunas palabras de sus diálogos con ella.

La joven se quedó petrificada de espanto, y la mirada que dirigió á Bozmediano hizo comprender á éste cuánto la había comprometido. El galán creyó que el mejor partido que podía tomar era marcharse muy quedo, seguro de que la persona que había dicho "Clara", con voz que no conoció, no podía haberle sentido.

A Lázaro le parecía un agravio inferido á Clara el publicar su afecto, el depositar tan honesta y delicada confidencia en el conocimiento de un intruso, , porque Bozmediano era un intruso, que se había metido á darle libertad sin que nadie se lo pidiese.

Aquel tropel de pensamientos fué una serie de rapidísimas nociones que se borraban unas á otras, sucediéndose con precipitado vértigo. Ella le conocía, le había visto; Bozmediano era una agradable persona: éste le había puesto en libertad; ella se lo rogó tal vez; ella le tenía lástima; él quiso complacerla. ¿A qué precio? ¿Con qué fin? ¿Desde cuando?...

El secretario del jefe político, informado por la policía, le dijo que el preso era un agitador, pagado por los amigos de la reacción; pero Claudio lo disculpó cuanto pudo, diciendo que era un joven sin experiencia ni juicio; y al fin, después de muchos empeños y recomendaciones, se dió la orden para ponerle en libertad. Bozmediano se dirigió á la Cárcel de Villa.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando