Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 18 de junio de 2025
Aunque los pocos años que tengo más que tú no me hagan salir de la edad de mancebo, todavía no los viví en balde. Antes que tú visité a Granada; experiencia precoz de mi juventud la compré a trueque de sinsabores sin término, y esto me da sobre ti una autoridad que serás necio desatendiéndola y no mostrándome el sendero peligroso por donde caminas. Adiós.
Porque soy interesado y no quiero trabajar en balde. Muéstrame tú la cara y yo en pago te enseñaré mis mejores riquezas. La dama no se hizo mucho de rogar. Apartó el rebozo, y dejó ver el más bello y agraciado semblante que el mercader había podido ver o soñar en toda su vida.
Al día siguiente el Vizconde fue a visitar a Rafaela, que vivía en el primer piso de una magnífica casa, no lejos del Arco de la Estrella, en calle y barrio nuevos y elegantes. Rafaela no estaba en casa o no recibía. El Vizconde volvió casi de diario, pero siempre en balde.
Sea, digo yo: pero, como no se puede creer que los mercaderes y contrabandistas de Cuba lleven la tontería hasta el extremo de concurrir en balde y de balde á este robo, dando á los empleados lo que debieran dar al Tesoro, fuerza es afirmar que, si dan á los empleados ocho millones se quedan ellos con doce, ó siquiera con otros ocho, para que el robo sea á medias.
La consistencia del amor se prueba en el matrimonio; sólo una larga convivencia nos demostrará si el corazón está bien puesto, en quicio permanente. Por lo demás algo hay de cierto en eso de que el matrimonio es la tumba del amor. No en balde la frase goza de tanta difusión en el mundo.
Don Jaime, después de la visita a todos los lugares, iba a pasar otros tres días en aquel pueblo. ¿Incurriría doña Luz en la debilidad de prendarse algo, de inclinarse un poco, y en balde, al diputado? Sólo de imaginarlo, de presentar en su mente la remota hipótesis, doña Luz se ponía encendida como la grana y se llenaba de vergüenza como si la ultrajasen con el desprecio.
En balde me humillo pidiéndoles que me socorran. Lo que me conviene es buscar el camino del lugar hasta donde mi aptitud y mi predestinación pueden conducirme, y, desde allí, llamarlos y sujetarlos a mi mandado, no tomándolos como protectores sino como siervos sumisos.
4 Y el vulgo que se mezcló con ellos tuvo deseo, y volvieron, y aun lloraron los hijos de Israel, y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne! 5 Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, y de los melones, y de los puerros, y de las cebollas, y de los ajos; 7 Y era el maná como semilla de culantro, y su color como color de bedelio.
De tiempo en tiempo, las bombas de palenque trataban de armar un escándalo en la atmósfera, pero en balde: diríase que era la detonación de algún vergonzante petardo, que así alteraba la amplia serenidad del ambiente, como el zumbido de un mosquito turbaría el reposo de un gigante.
Ya lo ves; en todas partes hay máscaras todo el año; aquel mismo amigo que te quiere hacer creer que lo es, la esposa que dice que te ama, la querida que te repite que te adora, ¿no te están embromando toda la vida? ¿A qué, pues, esa prisa de buscar billetes? Sal a la calle, y verás las máscaras de balde.
Palabra del Dia
Otros Mirando