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Actualizado: 11 de junio de 2025


Y, a pocos pasos que entró por el bosque, vio atada una yegua a una encina, y atado en otra a un muchacho, desnudo de medio cuerpo arriba, hasta de edad de quince años, que era el que las voces daba; y no sin causa, porque le estaba dando con una pretina muchos azotes un labrador de buen talle, y cada azote le acompañaba con una reprehensión y consejo.

Volvió Sancho a su tarea con tanto denuedo, que ya había quitado las cortezas a muchos árboles: tal era la riguridad con que se azotaba; y, alzando una vez la voz, y dando un desaforado azote en una haya, dijo: ¡Aquí morirás, Sansón, y cuantos con él son!

-Si yo te hubiera de pagar, Sancho -respondió don Quijote-, conforme lo que merece la grandeza y calidad deste remedio, el tesoro de Venecia, las minas del Potosí fueran poco para pagarte; toma el tiento a lo que llevas mío, y pon el precio a cada azote.

Si bien que vive vuestro amigo. San Luis, marzo 22 de 1831. MINISTROS DEL SANTUARIO: Elevad al Ser Supremo fervorosos sacrificios, y pedidle con la efusión de vuestros piadosos corazones que suspenda el azote de la guerra fratricida en que yace la República Argentina.

Pues esperad, saldrá el agua encantada Que hará mi voluntad tan satisfecha, Quanto es la vuestra perfida y dañada, Y aunque esta carne fuera polvos hecha, Siendo con este azote castigada, Cobrará nueva aunque ligera vida, Del aspero rigor suyo oprimida. Menease y estremecese el cuerpo á este punto. Alma rebelde, vuelve al aposento Que pocas horas ha desocupaste. El CUERPO.

Dejemoslos hacer, que yo bien fio, Que presto pagarán cierto el escote, Que es gente aparejada á desvario, Y andan, como vemos, muy de trote: Y tratemos ahora del gran brio Del capitan Francisco, crudo azote, Que viniendo siguiendo su camino, Del estrecho ha tomado el Argentino.

En gran número, preñadas y sin defensa contra el implacable azote, unos y otras fueron lanzados á la costa y destruidos por el porrazo. Dos de las hembras parieron en la playa, lanzando gritos desgarradores, ni más ni menos que nuestras mujeres, y con sus lamentos parecían querer indicar que se preocupaban de la suerte que cabría á sus hijuelos. Las sirenas. Acabo de abordar; heme aquí en tierra.

Todo va bien, admirablemente bien. La guerra civil avanza. Sobre las ruinas de las fortunas que desaparecen, elévanse las colosales riquezas de los contratistas. El Tesoro público hace milagros. La provincia que gobernaba Melchor se ve libre de este azote. Melchor, reducido otra vez a la nada, da vueltas en su cerebro a un nuevo proyecto. Ahora que son habas contadas.

Aunque tocaba en los setenta años, estaba firme y robusto aún, si bien había perdido ciertos ímpetus juveniles, que le habían hecho famoso, llevándole en ocasiones á imitar al Divino Redentor, más que en la mansedumbre, en aquel arranque que tuvo cuando hizo azote de unos cordeles y echó á latigazos á los mercaderes del templo.

Un poco de silencio, un poco de reposo; que no se hable de ella, que los periódicos no repitan su nombre más, que cuando vaya por la calle nadie vuelva la cabeza para mirarla: la exclamación admirativa: «Ahí va la Duse...» que antes llenaba sus oídos de orgullo, ogaño la asusta y la hiere, y es para su pobre alma desilusionada, un azote.

Palabra del Dia

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