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De ayer sólo data la construcción de buques á propósito para la navegación austral, siendo la oleada tan fuerte y dilatada en aquellos mares, que forma verdaderas montañas. ¿Qué pensar de esos primitivos navegantes, los Díaz y los Magallanes, que se aventuraron á surcarlos metidos en las pesadas y diminutas cáscaras de aquellos tiempos?

«Partió el general de estas islas, que llamó de las Velas latinas ó el archipiélago de San Lázaro, que es el que conservan, aunque se les añadió el de las Marianas: navegó 300 leguas con las proas al Occidente; descubrió muchas islas abundantes en mantenimientos, entendía su lengua un indio que llevaba Magallanes, que fué un total alivio: lo primero fué el cabo de San Agustín, punta austral de la gran isla de Mindanao: costeó la provincia de Caraga; entró por el estrecho de Siargao, que le forma la punta Banajao con la isla de Leyte; reparó en la isla de Limasaua, que está en la boca: á la novedad de gente y navíos acudieron pacíficos los naturales, y sabida su necesidad la socorrieron con un buen refresco; mostráronseles muy favorables, y les dejaron papeles en gratificación de sus agasajos; con ellos adquirieron cédulas reales que honran á su principal con el magnífico título de Príncipe... Con el buen rendimiento de los de Limasaua, descansaron y se refocilaron de sus pasadas miserias: tuvo noticia aquí Magallanes del río de Butuan, cuyo Datto ó Régulo era más poderoso: resolvió ir á su boca con las esperanzas de la fama: correspondió á ellas el Príncipe: envió una embajada con diez hombres á inquirir ¿qué navíos y qué gente?

Esta laguna está situada en 35° 12' de latitud, y á distancia austral de la Guardia de Lujan 22 leguas, de 18 y 20 de Areco y Salto, y poco mas de la de Rojas, y al S del Rio Salado.

Rosalindo encontró al fin la tumba. Era un montón de piedras adosado á otras piedras que parecían la base de un muro desaparecido. Dos maderos negros y resquebrajados por el viento formaban una cruz, y al pie de ella había una vasija de hojalata, un antiguo bote de carne en conserva venido de Chicago á la América austral para acabar sirviendo de cepillo de limosnas sobre la sepultura de una mujer.

Por eso había navegado con rumbo al Sudeste y cuando se aproximó a la costa occidental del Nuevo Mundo, se hallaba a los 36 grados de latitud austral. No sin recelo y con extraordinaria cautela para evitar encuentros y combates con gentes desconocidas y bárbaras, Morsamor y los suyos saltaron en tierra en busca de agua potable. Fertilísimo era el agreste e inculto suelo que pisaron.

El fin de la estación de la primavera y el principio de la de verano coincide con la época del solsticio siguiente, que se efectúa de ordinario hacia el 20 de junio. El estío acaba y el otoño empieza en el momento en que se verifica el segundo equinoccio, es decir, cuando el Sol atraviesa el ecuador para volver al hemisferio austral, allá por el 22 de setiembre.

Mientras que los hielos del boreal se extienden sólo hasta el 81° paralelo, en la zona austral los mares se hielan hasta el paralelo 71. Mas las causas de estas diferencias no son astronómicas: tal fenómeno debe atribuirse á la desigual repartición de las tierras y las aguas en los dos hemisferios.

Empecemos por la zona circumpolar austral, siempre visible sobre el horizonte que acabamos de tomar como ejemplo, es decir, bajo la latitud sur de 34° 36´, que es la de Buenos Aires. Supongamos que en la noche del 20 de diciembre, ó sea en la del solsticio de verano en el hemisferio austral, examinemos á media noche la parte de cielo vuelta hacia el sur.

Conoció después los tornados de Asia, las horribles tormentas circulares, que en el hemisferio boreal ruedan de derecha á izquierda y en el austral de izquierda á derecha. Eran accidentes rápidos, de horas, ó de días cuando más. El había doblado el cabo de Hornos en pleno invierno, después de una lucha contra los elementos que duró dos meses.

No es menor mi obscuridad en cuanto á la situacion: porque V. S. me ha dicho que era en la orilla del rio Paraguay, y dichas cartas atestiguan que está nueve leguas tierra adentro, y en la misma orilla austral del rio Corrientes; lo que será manifiestamente contra el tratado, si la línea va por él.