United States or Zimbabwe ? Vote for the TOP Country of the Week !


Las estaciones en los dos hemisferios.= Importa hacer notar que la desigualdad de los días y de las noches, tal como acabamos de describirla, sigue en cada hemisferio marcha opuesta, de manera que si los días van creciendo en el boreal, van disminuyendo al contrario en el austral, é inversamente.

El círculo de separación de la luz y de la sombra dejará de pasar por los polos y dividirá en dos partes desiguales á cada paralelo. El arco diurno a M b, pongamos por ejemplo, será mayor que el nocturno a M' b. De modo que el día será mayor que la noche, y la diferencia entre sus duraciones tanto más considerable cuanto á mayor distancia del círculo boreal pase el círculo de iluminación.

Si se continúa caminando hacia el norte, empieza á elevarse cada vez más sobre el horizonte el polo boreal del cielo, mientras que el austral va descendiendo cada vez más por debajo de aquél. Así se acabaría, de ser posible penetrar hasta lo profundo de la zona glacial ártica, por llegar á un punto de la Tierra en que el polo norte del cielo se hallaría en el cenit.

Y ahora sería la mitad boreal de la esfera celeste la que se movería describiendo los mismos círculos paralelos de la figura 10. La mitad austral no sería visible. Polos y cenador terrestres.= Como ya se ha dicho, la Tierra es redonda y casi esférica.

Una vez pasado el solsticio, el astro luminoso describe en sentido inverso esta especie de espiral, para ponerse tres meses más tarde, con lo cual ha suministrado un día de seis meses enteros á dichas regiones heladas. Durante este largo intervalo de tiempo, el polo boreal se hallaba sumido en la noche, que ahora va á empezar para el polo sur.

Se la cuenta de 0° á 90°, yendo del ecuador hacia los polos, y es boreal ó austral, según que el punto considerado se encuentre en uno ú otro de los dos hemisferios que determina el plano del ecuador. Evidentemente, todos los puntos de la Tierra situados en un mismo paralelo tienen igual latitud.

Podía ser esférico en el hemisferio boreal, donde aquellos sabios habían hecho solamente sus estudios; pero este otro hemisferio por cuyos límites navegaba él tenía la «forma de una pera, que es redonda salvo allí donde tiene el pezón, que es más alto, o la de una pelota con una teta de mujer puesta encima», y el extremo de tal pezón era «la parte del mundo más propincua al cielo».

Mientras los recientes sondeos del Atlántico indican 10 ó 12.000 pies, Ross y Denham hallaron en el Océano Austral 14.000, 27.000 y hasta 46.000 pies. Añadid á todo esto la masa de hielos antárticos, infinitamente más dilatados que nuestros hielos boreales. No se apartará uno mucho de la verdad, si, simplificando, dice: El hemisferio Austral es el mundo de las aguas, y el Boreal el de la tierra.

Este es el edén de mi juventud, donde se albergan mis sentimientos más tiernos, siempre que desean disfrutar de este consuelo que proporciona el recuerdo de esa infancia; algo de esa aurora boreal que sólo se divisa desde la cuna. ¡Parece que forman parte de mi corazón aquellos árboles, aquellas flores y hasta la tierra del jardín que me parece inmensa!

En esas cimas reina el invierno perpetuo, con mas rigor que en los polos; el hombre está proscrito de allí; la vegetacion ofrece la mas variada escala de gradaciones que es posible en la zona templada del hemisferio boreal. Es de los Alpes suizos que surgen casi todos los grandes rios de Europa, llevando la fecundidad y el movimiento á las comarcas mas opuestas.