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Actualizado: 25 de junio de 2025


Por encargo de mi tío andaba yo muy a menudo en la cocina, más que por hacer los honores a la tertulia, para evitar que los tertulianos le invadieran a él la alcoba. Los quería mucho; pero no hubiera podido soportarlos en la angustiosa situación de cuerpo y de espíritu en que se hallaba.

Los convidados se sentaron en medio de una agitación entre placentera y angustiosa, que se revelaba en sus caras risueñas y pálidas a la vez. Los criados, correctamente vestidos, ocupaban sus puestos como si se hallasen en el palacio de Requena.

La madre, luego de varios intentos para despertar a su esposo, sin conseguir otro éxito que palabras incoherentes seguidas de nuevos ronquidos, había rezado hasta el amanecer por el alma del señor de la torre, creyéndolo muerto. Margalida, que dormía cerca de su hermano, le había llamado con voz queda y angustiosa al oír los primeros tiros. «¿Oyes, Pepet?...»

A todas horas del día y de la noche pensaba Thiers en esto, y deseaba que la cuenta llegase para salir de su angustiosa duda. Desde que D. Francisco anunció a su esposa, que a principios de Agosto era necesario pagar al médico, la pobre señora creyó más urgente la reposición de los billetes sustraídos de la arqueta.

Entonces comenzó para el ciego una época tan miserable y angustiosa, que pocos se darán cuenta cabal de los dolores, mejor aún, de los martirios que la suerte le deparó.

La situación es angustiosa, insostenible, desesperada. ¡Oh! Hay que exigir la responsabilidad á quien corresponda apartando de la gestión de los negocios públicos á los hombres funestos....» No pudo seguir, porque su amigo, que se había asomado al balcón mientras él escribía, le llamaba con grandes voces. ¡Ven, ven... eccola!

Velázquez bajó la escalera con un nuevo desengaño en el corazón. ¿Cómo? La niña, después de lo que había pasado y en situación tan angustiosa, ¿tenía humor para irse al baile?

La fastidiosa infección en un dedo que me tuvo tres días febril e impaciente, fué para ellas una absoluta prueba de la rabia que comenzaba, de donde su consternación, más angustiosa por furtiva. Y así el menor cambio de humor, el más leve abatimiento, provocáronles, durante cuarenta días, otras tantas horas de inquietud.

En tan angustiosa situación, empezó D. Gumersindo a frecuentar la casa de Pepita y de su madre y a requebrar a Pepita con más ahínco y persistencia que solía requebrar a otras.

Pero por el momento, lo más urgente era resolver su situación, que, según ella, parecía angustiosa. Voy á dejarle, gentleman contestó Flimnap . Nada consigo permaneciendo á su lado para sostener una conversación grata, pero que resulta estéril. Necesito saber noticias. Momaren tiene poderosos amigos y debe haber hecho algo á estas horas contra Ra-Ra. Además, hay que temer á Golbasto.

Palabra del Dia

lanterna

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