Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 28 de junio de 2025
Sólo una celebridad femenina era digna de él; su orgullo paternal no aceptaba menos... Y nunca se le podía ocurrir que Julio estaba con Argensola en un music-hall, en un cinematógrafo, gozando de las monótonas y simples diversiones del París ensombrecido por la guerra, con la simplicidad de gustos de un subteniente, y que en punto á éxitos amorosos su buena fortuna no iba más allá de la renovación de algunas amistades antiguas.
¿Y qué tiempos fueron esos? preguntó irónicamente. Urquiola, dichoso por poder mostrar ante Pepita y su madre aquella oratoria ruidosa que tantos éxitos le había valido en los ejercicios literarios de Deusto, acometió impetuosamente. ¡Parecía imposible que un vizcaíno hiciese tal pregunta! ¿Qué tiempos habían de ser?
Breve respuesta que encerraba no poco desdén y quizás mucho asombro. En medio de estas distracciones mis estudios iban bastante bien. Continuaba obteniendo éxitos que despreciaba comparándolos con la grandeza de los sentimientos que hacían que fuese un hombre pequeño y, según mi juicio, un corazón tan grande.
Pero aún es usted muy joven expuso con la mejor de las intenciones y el más desastroso de los éxitos. Después de haberse casi solemnizado un contrato entre los dos, no debía usted ignorar que... soy viuda.
Había llegado por la mañana de Bilbao, y regresaba al día siguiente. Un viaje nada más que para ver a Gallardo. Había leído sus grandes éxitos: bien empezaba la temporada. La tarde sería buena. Por la mañana había estado en el apartado, fijándose en un bicho retinto, que indudablemente daría mucho juego en manos de Gallardo...
Sin pretenderlo ni molestar a nadie llegué a ser un buen alumno y me auguraban grandes éxitos futuros: una continua desconfianza en mí mismo, muy sincera y muy ostensible, produjo efectos análogos a los de la modestia y dio margen a que me fueran perdonados muchos puntos de superioridad de la cual yo mismo no hacía caso; finalmente aquella falta completa de estima personal presagiaba ya las indiferencias y las severidades de un espíritu que debía observarse desde muy temprano, apreciarse en su justo valor y condensarse.
No hallaría en mi casa nada de lo que a él le agrada, sino una mujer muy buena y perfectamente abnegada, que todos los días me agradece el haberme casado con ella, que, gracias a mí, ve lo porvenir de color de rosa, que no tiene más ambición que verme dichoso por ahora y que se complacerá de mis éxitos el día en que se los haga apreciar.
Los golpes y las caricias de Raguet le eran tan indispensables como el aire. Prefería morir insultándolo martirizada por sus manos implacables, a obtener lejos de él éxitos y contratas... Felizmente vino a socorrerla una casualidad propicia.
Allá en su país la admiran por su hermosura y por los grandes éxitos que le suponen en Europa, con ese agrandamiento y desorientación de la distancia. Su retrato resulta una propiedad pública; figura en todos los paquetes de café y todos los prospectos de su país. Es la belleza nacional; y cuando envejezca, siempre existirá un rincón del mundo donde la consideren eternamente joven.
Nadie mejor que Victoriano Sardou, que había frecuentado las veladas de Compiégne y los bailes de las Tullerías y salvado á la emperatriz en la terrible jornada del 4 de Septiembre, podía responder á tal deseo: así sus éxitos se multiplicaron.
Palabra del Dia
Otros Mirando