Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 8 de mayo de 2025


Frígilis y Quintanar pasaron el río en una barca, comenzaron a subir una colina coronada por una aldea de casas blancas separadas por pomaradas y laureles, pinos de copa redonda y ancha y álamos esbeltos.

Al occidente, dominando el cauce arenoso del Ródano, que se esconde á veces entre pequeños bosques de sauces silvestres y álamos blancos de empinadas copas, corre la serranía del Ardeche, triste y estéril, compuesta de una serie de cerros quemados y rocallosos, de trecho en trecho cortados por algunas abras.

Las riberas del rio eran mas empinadas, el cauce mucho mas estrecho, y en vez de las gramíneas de los bajos pantanos teníamos á la vista muchos huertos y alegres sementeras de trigos y legumbres, largas filas de álamos blancos y sauces en una y otra margen, bosques mas ó menos considerables, de una frescura y lozanía deliciosas, y levantadas barrancas abruptas sobre las cuales se destacan graciosamente algunas poblaciones vecinas á Sevilla.

Cuando hubo arrancado el tren, corrió la ventanilla, para evitar el aire frío, y al través del cristal, que se humedecía con su aliento, se puso a mirar el paisaje. La inacabable llanura verde comenzaba a cubrirse con un ligero esplendor de oro. Hileras de álamos surgían y se precipitaban al paso del tren.

El camino del Grao á Valencia es una espléndida calle, cuyo pavimento es la arena, cuyo cuadro es una primorosa campiña, y cuyos edificios son cuatro inmensas hileras do álamos y chopos gigantescos; de pompa secular, que enlazando sus ramas de un lado á otra forman una bóveda moviente de 5 á 6 kilómetros.

En muchas sendas hay un arroyo cristalino á cada lado; en otras, un solo arroyo. Todas ellas gozan, en primavera, verano y otoño, de abundante sombra, merced á los álamos corpulentos y frondosos nogales, y demás árboles de todo género que en las huertas se crían.

La primera cruz de la vía sacra era de mármol y aún se conserva en la fachada del palacio; las otras seguían por la calle de San Esteban, continuando á distancia conveniente, alzadas entre las filas de álamos que se veían paralelos al antiguo acueducto conocido por Caños de Carmona.

El bosque de Illowo está dividido por una pequeña corriente de agua, cuyas orillas se hallan tan cerca la una de la otra, que las ramas de los álamos que las pueblan a cada lado, se entrelazan y forman por encima del espejo obscuro de las aguas una alta bóveda de verdura que, a cada desvío del riachuelo, termina en un muro de follaje, para volver a formarse inmediatamente después.

La menudita se llevaba el pañuelo a los ojos y apretaba los labios para reprimir un sollozo. El tren avanza. Se abre a la vista una espaciosa llanura; se yerguen acá y allá grupos de álamos; las notas blancas de las casas resaltan en la verdura; un bosquecillo de granados se espejea en las claras aguas de un arroyo; revuelan grandes mariposas oscuras. Han pasado dos o tres estaciones.

«¡El mundo, la locura, los arrojaba de su solitario recreo! ¡El siglo lo invadía todo!». Y la emprendían por el camino de Castilla y otras calzadas polvorosas entre las filas interminables de álamos y robles.

Palabra del Dia

tundas

Otros Mirando