United States or Egypt ? Vote for the TOP Country of the Week !


Creo que este punto ha recibido el correspondiente esclarecimiento. Del establecimiento de la Inquisicion en la ALJAFERIA y de las formalidades de los autos de .

Seria utilisimo que estas impugnaciones fueran recíprocas, y con conocimiento mútuo de ellas: porque de la contenciosa y racional oposicion resulta el esclarecimiento de la verdad, que es la que apetecen y buscan los que procuran el acierto.

Nada le hacía más daño, en aquellos momentos, que el recuerdo cercano de la Adriana transfigurada por misteriosa luz de bondad, y no podía soportar la suposición de que la bondad le hubiese nacido con el amor a Julio. A éste le exigiría, y tal era el propósito de su fracasada visita, un esclarecimiento definitivo para sus tristes dudas.

Y en realidad, atendidas las actuaciones que formalizó el coronel D. Joaquin de Espinosa, mientras tuvo á su cargo el gobierno de la plaza; y presidio de Valdivia, parece no deba dudarse de la existencia de tales poblaciones ó colonias, para cuyo esclarecimiento y evidencia hasta reconocer el dicho uniforme, y la atestacion antigua y moderna de los caciques y principales indios que han trabado amistad con los españoles de la mencionada plaza.

El papel de avisos enviados al Rey, que ahora sale á luz por vez primera , servirá de esclarecimiento. De todos modos, temeroso de asechanzas, en el Bearn, Antonio Pérez , nada tenía que hacer.

El marquesado allí se había deshecho como la sal en el agua, merced a la malicia de un viejecillo, miembro del maldiciente triunvirato, a quien correspondía, por su acerada y prodigiosa memoria y años innumerables, el ramo de averiguación y esclarecimiento de añejos sucedidos, así como al más joven, que conocemos ya, tocaban las investigaciones de actualidad, viniendo a ser cronista el uno y analista el otro de la metrópoli.

Nos sentamos, y hubo un momento de embarazoso silencio. Esperaba un esclarecimiento inmediato de mi situación definitiva; viendo que era diferido, presumí que no sería de una naturaleza agradable, y esta presunción me era confirmada por las miradas de discreta compasión con que me honraba furtivamente la señora Laubepin.

En efecto, difícilmente se concebirá una situacion más terrible que la del hombre que dedica su vida entera al esclarecimiento y propagacion de una verdad; de una verdad extraña todavía á la civilizacion particular del siglo ó del pueblo en que vive. Todo lo ha puesto en manos de su idea: vigilias, patrimonio, salud, amor, destino.... ¿Para qué?