United States or Niger ? Vote for the TOP Country of the Week !


¿Por qué? preguntéla con mucha curiosidad. Porque respondió al punto , con esconder de la vista de uno o cambiar de sitio las cosas que en vida usaron los muertos, paez que se los olvida más pronto... Créolo yo así.

¡Ta, ta, ta! dijo con el aplomo más admirable Cristóbal Cuero; ¡que vuestra mujer, que esta santa os ha robado! ¡lo que ha hecho es lo que no hubiera hecho ninguna mujer! Créolo bien, porque ninguna mujer hubiera cometido contra tan negra infamia. ¿Llamáis infamia poner á salvo vuestro dinero? ¡Cómo! ¡que mi dinero está en salvo! ¿y dónde? Casa del señor Gabriel Cornejo.

Que haya sahumerio que la quite su olor: si yo no tuviera la cabeza tan fuerte, trastornado saldría y entontecido. Huele aquí... A hermosura... Bien, lo creo. Y de hoy en adelante olerá á ingenio... ¿Por qué, pues, sahumais?... Pudiera pegársele á don Francisco... ¡Ah! ¡su excelencia! Créolo libre de tal contagio... Dios le ayude. Ya le ayudáis vos... Pues yo creía que le desayudaba...

Créolo; como creo que agradecéis como una reina los cuidados. Perdonad, amigo Juan, si me dejo ver de vos desencuadernado dijo Quevedo saltando del lecho en paños menores ; hacedme la merced de echar esas cortinas, no se escandalize Dorotea. ¿Os levantáis? dijo la comedianta : me alegro, voy á mandar sahumar la alcoba. Pues dudo mucho... ¿Que?...

El capitán Juan Montiño contestó don Juan. Rechinaron los cerrojos del postigo, que se abrió á medias. Entrad dijo la mujer. Y cuando don Juan hubo entrado, el postigo volvió á cerrarse. Esperad dijo Quevedo conteniendo con la mano el postigo ; aún queda uno, digo, si no es que yo sobro, que me alegraría. ¿Sois don Francisco de Quevedo y Villegas? Créolo así.

¿Y queréis que yo embista con una mujer que os ha rechazado? replicó Montiño. Habéis sorprendido á esta mujer. ¡Yo! Se ha puesto pálida al veros. Perdonad, á también me sorprendió... Mejor: ella ha reparado en vuestra sorpresa y espera. Perdonad, pero la sorpresa pasó. Créolo: pero os repito que los amores de esta mujer interesan... ¿A quién? A la reina. ¡Ah!