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Actualizado: 6 de junio de 2025
Su pensamiento no estaba en el asunto: teníalo agitado, como siempre, por aquella duda fatal que acibaraba aún más que la dolencia corporal sus míseros días. Con la mirada fija y zahorí del que se acerca a la tumba, atravesaba la hermosa frente de Clementina inclinada sobre el libro y deletreaba confusamente allá dentro sin lograr adquirir la certidumbre que ansiaba.
Cual si fuera zahorí que lleva en la mano el número ganancioso, estrecho círculo le rodeaba, tratando de adivinarlo en un gesto, en media palabra de tan conspicuo personaje; y cuando las ráfagas de la tormenta próxima, que así temían los árboles corpulentos como los enanos arbustos, se hacían sentir con mayor ímpetu, a él se acercaban todos, como barómetro seguro, a consultar su prestigioso consejo.
Andad, hermano, mucho de enhoramala para vos y para quien acá os trujo, y tened cuenta con vuestro jumento, que las dueñas desta casa no estamos acostumbradas a semejantes haciendas. -Pues en verdad -respondió Sancho- que he oído yo decir a mi señor, que es zahorí de las historias, contando aquella de Lanzarote, cuando de Bretaña vino, que damas curaban dél, y dueñas del su rocino;
La paz y serenidad de espíritu del Padre la tenía maravillada, y más aún su perspicacia. Juzgábale zahorí de corazones.
Poco tuvo, pues, la señora que confiar a una criada tan penetrante y tan zahorí de cuanto pasaba en lo más escondido de su pecho. A los cinco días de la fecha de la última carta que hemos leído, empieza nuestra narración. Eran las once de la mañana. Pepita estaba en una sala alta al lado de su alcoba y de su tocador, donde nadie, salvo Antoñona, entraba jamás sin que llamase ella.
Señora: reconozco que usted es mucho más lista que yo y que pone las cosas de manera que no acierto a responder; pero, como la respeto y la estimo, estoy seguro que usted, en su conciencia, reconoce que yo tengo razón y que usted defiende, con mucha habilidad, una mala causa. ¡Adiós con la colorada! Zahorí me saliste, Facundo.
Ben-Farding no se admiró de mi intempestiva visita, y, antes por el contrario, me manifestó punto por punto el objeto de ella: debe ser también Zahorí, según mi cuenta. Mas el transportarlo aquí ha sido imposible.
Palabra del Dia
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