Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 3 de junio de 2025


Cuando hubieron sosegado un poco y se limpiaron las lágrimas y se sonaron estrepitosamente con un pañuelo de hierbas, Paco, que gozaba viéndolas tan alegres, les preguntó: Pero vamos, ¿cuándo lo habéis comprado, el Salvador, que yo no lo he visto hasta ahora? Estaba en el cuarto de Nuncia, mi alma; pero allí no estaba bien, porque tropezaba la cama en él, y lo hemos traído.

O todos igualmente locos y fanáticos, ó todos igualmente dignos de consideración y respeto. Otra terrible manía del Sr. Taylor es la que muestra contra las corridas de toros, á las que fué no obstante y se divirtió viéndolas.

No de otra manera que viéndolas: se parecen en todo, no sabriais decir en qué discrepan; pero hay alguna cosa que no las deja confundir: á la primera ojeada lo percibís, sin atinar lo que es. aquí todo mi pensamiento.

Por su gusto, allí se quedarían hasta secarse; pero era preciso ganar dinero llenando los cestos que se enviaban a Madrid. Envidiaba a las flores viéndolas emprender su viaje. ¡Madrid!... ¿Cómo sería aquello?

Quizás no demos todo el fruto conveniente; pero flores ya hay; y viéndolas y admirándolas, aunque el fruto no responda a nuestras esperanzas, obligados nos sentimos todos a conservar y cuidar el árbol». B. Pérez Galdós Madrid, enero de 1901. Tomo I La heroica ciudad dormía la siesta. El viento Sur, caliente y perezoso, empujaba las nubes blanquecinas que se rasgaban al correr hacia el Norte.

Le daba miedo ver tanto gitano; le inspiraban inquietud estos hombres de color de bronce y mirada aviesa, como bandidos de carretera. Temía a las mujeres viéndolas de lejos vociferar y amenazarse en un lenguaje extraño, del que sólo entendía algunas palabras.

¡Y pensar que en casa se pasaban tantos apuros para sostener aquel lujo! ¡Quién lo diría viéndolas tan elegantes y risueñas, especialmente la mamá, que lucía brillantes en pecho, orejas y manos, y que antes quería pasar hambre que deshacerse de ellos...! Y el pobre muchacho, siguiendo la corriente de la lógica, pensaba con horror si todas las señoras que allí estaban cargadas de flores y joyas, exhibiendo sus sonrisas de mujer feliz, habrían tenido que pedir prestado como su madre.... El recuerdo de esta noche quedó en la memoria de Juanito con una impresión de calor asfixiante y aburrimiento inmenso.

Palabra del Dia

vorsado

Otros Mirando