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Actualizado: 1 de mayo de 2025
Tendrian sus tribunales particulares donde todas sus contiendas se decidirian por el Koran y la Sunnah; pero en los litigios con los cristianos estarian sujetos á los tribunales ordinarios. En cuanto á tributos, vemos que los que se les imponian eran realmente arbitrarios.
El rio, cuya anchura es de cien varas, recibe los tributos de un sin número de arroyuelos que ayudan al desagüe de las llanuras inundadas. A las doce del segundo dia se pasa por un sitio en donde ámbas riberas se ven cultivadas y cubiertas de plantíos pertenecientes á los indios de San-Ramon y de San-Joaquin.
El Pacense dá á entender que los Moros habian quitado algunos bienes á los Cristianos en tiempo de paz, y que Alahor se los volvió para sacar de ellos tributos. A los mismos Sarracenos que habian entrado en España con la primera conquista los encarcelaba y atormentaba para que declarasen los tesoros que habian escondido.
San Fernando dejó á los rabinos en posesion de la grande judería que tenian en la ciudad de Sevilla con tal que le pagasen los mismos tributos que ellos solian dar á los reyes moros.
No, no debemos dar ni túnica ni capa; no debemos entregar á la codicia ó á la soberbia de los yankees ni un palmo de terreno en la isla de Cuba; ni debemos tampoco continuar pagándoles tributos como por virtud de injustas y arbitrarias reclamaciones de indemnización nos los han hecho pagar durante muchos años, humillándonos al pagarlos.
¡Lo mismo que los otros!... La guerra había que pagarla con los bienes de los vencidos. Era el nuevo sistema alemán; la vuelta saludable á la guerra de los tiempos remotos: tributos impuestos á las ciudades y saqueo aislado de las casas. De este modo se vencían las resistencias del enemigo y la guerra terminaba antes. No debía entristecerse por el despojo.
Para esto se ofrecía á comunidades de frailes, cosas que el duque había resistido; á los ayuntamientos, arbitrios; á los labradores, tolerancia en el pago de los tributos; á las corporaciones de todo género, nuevos privilegios; á éste y al otro señor, amenazado por desafueros, hacer la vista gorda, como suele decirse, y á las audiencias, desestimar las numerosas quejas de injusticias, cohechos y violencias que pendían por ante el rey.
Todo es peregrino por la lengua en que se expresa, y porque nos parece que pasa á nuestra vista y que hemos ido retrocediendo veinte ó treinta siglos contra la corriente de los sucesos que vuelven á mostrarse como presentes; pero, en lo esencial, aunque un poquito más negros y más feos, apenas hay casos que no sean idénticos á los de ahora: tributos enormes, gente que se resiste á pagar ó no puede, poco dinero, usura, miseria en el pueblo bajo, y en los empleos públicos filtraciones é irregularidades.
Rosalía no las hubiera oído quizás con gusto si no le inspirara indulgencia la consideración de que las merecía muy bien y de que en cierto modo la sociedad tenía con ella deudas de homenaje, que hasta entonces no le habían sido pagadas en ninguna forma. Venía a ser Pez, en buena ley, el desagraviador de ella, el que en nombre de la sociedad le pagaba olvidados tributos.
Por estas noticias, que sumariamente estractamos de los historiadores Florez y Bravo, podrá formarse el lector una ligera idea de la esclavitud en que vivian antes de Abde-r-rahman I los miserables Cristianos de Córdoba bajo el solo concepto de las capitaciones y tributos.
Palabra del Dia
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