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Actualizado: 28 de septiembre de 2025
Haylos en Vichy por todas partes; a la tarde, cuando Lucía y Pilar recorrieron las calles de la villa termal para informarse de su traza, lanzaron exclamaciones de contento al dar a cada instante con una sombra, una alameda, un parque.
A fin de no dar parte en seguida, sin que nadie extrañase la prolongación de su estancia en aquel lugar, D. Jaime dijo que se quedaba una semana más para ver si compraba el olivar que tenía en tratos. Primera traza de un idilio matrimonial Difícil es tener nada oculto en un pueblo pequeño. Todo se sabe en seguida, aun cuando importe que no se sepa.
Gener traza un breve compendio de filosofía de la Historia, a fin de probar que se acercan los tiempos en que ha de aparecer el superhombre; pero, en muchos puntos, encuentro yo falsa su filosofía, y en ninguno la prueba de que dicha aparición esté cercana.
Ningún paseo como la Alameda pudiera, por su extensión y sus condiciones, transformarse en uno de los más agradables de la ciudad, levantando el terreno, variando por completo la antigua traza y formando allí amenos jardines, que serían gala y ornato de la población.
Y como lo dijo lo hizo, Salió en posta de Interlacken aquel mismo día, sin aguardar a sentarse a la mesa; y detrás de él y con el mismo rumbo, una dama solitaria, de gran porte y «cierta traza», que había llegado con el banquero mismo, y comía a su lado, y a su lado habitaba en el hotel; es decir, tabique en medio.
Algunas ofrecen en su distribución tal simetría, tal regularidad, tanto cuidado y previsión, que hay motivo para presumir que ha dominado en su traza la razón más fría, y que su efecto en el ánimo ha de ser de la misma especie.
Es verdad que traza triángulos ú otras figuras dentro de la misma curva, que de la misma tira rectas á puntos fuera de ella, pero jamás sale del concepto expresado en la fórmula; lo que hace es descomponerle y descubrir en él cosas que antes no habia descubierto.
¡Los conozco! exclamó aquí la joven sin poderse contener; y añadió a la pintura, a grandes rasgos, de los jardines del otro, algunos detalles de los del suyo. ¡Eso mismo! dijo el pintor idealista; y en el acto preguntó a Luz que de qué los conocía; y Luz tuvo que responder que también ella había vivido mucho tiempo en un mundo de aquella traza.
En el acto segundo, cuenta Lisardo al gracioso, su criado, la traza con que él y su amigo escaparon con felicidad de la situación comprometida de la noche anterior; pero mientras habla así, entra el padre de Laura y pregunta por Don Félix.
Al sentarse a la mesa apareció Anastasio, cuya fisonomía impresionó vivamente a Lorenzo y a Ricardo que en una rápida mirada se cambiaron la misma impresión: ¡qué traza! En la expresión de Anastasio observaron, instantáneamente, un detalle extraordinario: ¡reía sin risa!
Palabra del Dia
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