Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 2 de junio de 2025
Después de saludarse afectuosamente, subieron al carruaje, y éste comenzó a rodar por las calles silenciosas con áspero traqueteo. Cuando salieron por la puerta de Toledo, comenzaba a rayar el día. Al llegar a Carabanchel ya estaba claro. Durante el trayecto, el general y Merelo no cesaron de hablar de política. La mañana despejada.
Decir á una joven ó vieja que encienda la antorcha de himeneo sin recubrir previamente su cuerpo con trapos nuevos y de seguro no da chispas: anunciarle un viajito, que tenga siquiera un trayecto de una veintena de millas y no le presentéis antes un muestrario, y no hay viaje posible. Para una mujer en viaje, su verdadero pasaporte es una factura pagada ó no pagada de una tienda de modas.
De aquel pueblo al de San Narciso empleamos todo el día catorce, bien es verdad que dedicamos la mañana á la caza del carabao cimarrón. Para llegar á San Narciso hay que vadear un sinnúmero de veces el Dumalong, no siendo esto lo más malo, y sí el salvar las peligrosas fragosidades del monte de aquel nombre. No hay que soñar siquiera en hacer este trayecto á caballo, y sí en carabao ó en hamaca.
Luego que se toma tierra, quedan unas cinco millas que andar hasta llegar á la ciudad de Agaña, trayecto que generalmente se hace en pequeñas carromatas de ruedas de una sola pieza, tiradas por novillos, los que también se emplean para silla, prestando toda clase de servicios de carga y arrastre.
El puerto ya hemos dicho es más resguardado y seguro que el de Legaspi, y por él se da salida á la mayor parte del abacá que se cosecha en aquellos contornos. De Tabaco nos trasladamos á Malinao. haciendo el trayecto de sus 3 km. en carruaje. El nombre de Malinao se deriva de la palabra bicol linao con que se designa la claridad del agua ó de otro líquido cualquiera.
No obstante, dirigióse con su acompañamiento sin replicar nada, y después de andar un trayecto como de cuatrocientos metros, llegaron al lugar en que la artillería se encontraba. Ferreiro no cesaba de dirigir miradas á su alrededor, buscando los cañones que debía manejar; pero éstos no parecían.
El jefe de la escolta llevaba realizados algunos viajes y era el único que se daba cuenta exacta de la retirada. Cada vez hacía el tren un trayecto menor. Todos parecían desorientados. ¿Por qué la retirada?... El ejército había sufrido reveses indudablemente, pero estaba entero, y según su opinión debía buscar el desquite en los mismos lugares.
Allí le dejaba, y Octavio caminaba solo por la carretera hasta llegar á la villa. El trayecto era breve, como ya sabemos. Nuestro joven, emboscado en un laberinto de pensamientos vagos y risueños, lo convertía en brevísimo. Á tales horas poca gente se hallaba en el camino.
Hacía un frío terrible, siberiano. Jorge ya sabes lo cariñoso que es y cuánto se preocupa por mi salud me advirtió que me abrigara bien. No hice el caso que debía. Y en el trayecto de la puerta del teatro al automóvil, una corriente de aire me dejó transida. Ya sabes que no abuso del descote; pero, asimismo, no puede una llamar la atención cubriéndose más de lo debido.
Todo el día se lo pasaba Obdulia cuidando sus macetas, y tanto las regaba, que en algún momento faltó poco para que se hiciera preciso atravesar a nado el trayecto desde la salita al comedor. Ponte la incitaba con sus ponderaciones y aspavientos a seguir comprando flores, y a convertir su casa en Jardín Botánico, o poco menos.
Palabra del Dia
Otros Mirando