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Actualizado: 28 de junio de 2025
Es de ver cómo quitamos cuchilladas de atrás para poblar lo de adelante; y solemos traer la trasera tan pacífica, por falta de cuchilladas, que se queda en las puras bayetas. Sábelo sola la capa, y guardámonos de días de aire y de subir por escaleras claras o a caballo.
El comedor, que ocupaba la parte trasera del piso bajo, tenía por complemento un invernadero de excepcionales dimensiones, donde crecían gran número de arbustos y flores exóticas y donde el agua que manaba profusamente formaba estanquecillos y cascadas muy gratos de ver; todo imitando, en lo posible, a la naturaleza.
Ascendió el solitario a su habitación. Era una pieza circular, sin más huecos que la puerta y la ventana trasera, aberturas que casi parecían túneles en el desmesurado espesor de los muros.
Estamos obligados a andar a caballo una vez cada mes, aunque sea en pollino, por las calles públicas, y a ir en coche una vez al año, aunque sea en la arquilla o trasera; pero si alguna vamos dentro del coche, es de considerar que siempre es en el estribo, con todo el pescuezo de fuera, haciendo cortesías por que nos vean todos, y hablando a los amigos y conocidos aunque miren a otra parte.
Como era tanta la gente que acudía a oír la misa solemne, ésta se celebraba al aire libre en un altar erigido en la trasera de la iglesia. Los fieles la oían esparcidos debajo de los castaños. Debajo de los castaños había también una tribuna para los cantores formada con cuatro bancos.
Edificio de aspecto austero y recogido como propio del objeto a que se destinaba, como la bella fachada de la iglesia adjunta a uno de sus lados y en su trasera unos patios profundos y un jardín, cercados por negros y espesos muros cuya altura es infranqueable.
Toda aquella prole, aparecida uno a uno, a paso lento y con mirar receloso, se fue colocando en semicírculo, muy apretado, enfrente de mí; y como no sabían qué decirme, por más que yo les preguntaba muchas tonterías, y su madre me los iba nombrando por orden de edades, a la vez que los reñía, y no con gran coraje, por un descortés atrevimiento, cada cual entretenía el tiempo y conllevaba el mal rato como mejor podía: quién pellizcándose las narices, quién rascándose la cabeza y quién alguna parte de su cuerpo más baja y más trasera. «Pero ¿no parece me decía su madre en tanto , que gobierna Satanás a estos arrastrados?
Aquí se encerró o se sepultó el ex-coronel Campo, sin que bastasen los ruegos de su esposa y de los pocos parientes que frecuentaban su trato para hacerle desistir de tal resolución. Su ociosidad fue de provecho para la casa. Hizo arreglar la huerta, puso algunos miradores en la parte trasera, amuebló varias habitaciones, enlosó el patio, etc.
No insistió ya en sus objeciones y, después de hacer un ademán de aquiescencia, se volvió silenciosa a sus cacerolas... Al día siguiente, a las nueve de la mañana, Brunete, el pequeño caballo bayo, piafaba impaciente ante la puerta del Sol de Oro. Se habían colocado ya las maletas en la parte trasera de la charrette inglesa, en la que Delaberge tomó asiento al lado de Simón.
Palabra del Dia
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