Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 16 de julio de 2025


No tardará en llegar de Europa la sentencia general de ese pueblo. Ellos son los siervos del oro, los que tienen obligación de buscarlo, estando sometidos todos á trabajar por la fuerza.

Más bien se podía tildar a doña Manolita de tenerla. Más bien se la podía acusar de que, sin envidia ni encono, y sólo por amor al arte, gustaba algo de la murmuración, y seguía demasiado, como regla para sus juicios, aquella terrible sentencia de piensa mal y acertarás.

Recordando una sentencia de Cánovas y haciéndola suya, afirma que el amor de la patria grande, el espíritu nacional, el patriotismo amplio desaparece de los pueblos cuando se convencen de que son mal administrados.

Pasando de lo general de esta sentencia a su aplicación a las obras de la Santa, ¿qué duda tiene que hay en todas ellas, en la Vida, en El Camino de perfección, en los Conceptos de amor divino y en las Cartas y en Las Moradas, un interés inmortal, un valer imperecedero, y verdades que no se negarán nunca, y bellezas de fondo, que las bellezas de la forma no mejoran sino hacen patentes y visibles?

Decidido, pues, Miguel de Zuheros, y habiendo infundido en los de la nave confianza en su decisión, dejó en Macao al señor Vandenpeereboom y a Fray Juan de Santarén, haciendo el uno negocios, y haciendo sermones el otro, y zarpó con su nave con rumbo hacia la desconocido. Mientras más se piensa en ello más axioma parece la sentencia de don Hermógenes, declarando que todo es relativo.

«L'appetit vient en mangeant» dijo Melchor, mientras levantaba en toda la extensión de sus brazos los tenedores con que pretendía sacar de la fuente los kilométricos tallarines. ¿Qué vino gustan tomar? preguntó Baldomero, haciendo una verdadera gambeta a la sentencia de Melchor. Gracias, tomo agua dijo Lorenzo. Y yo también. Para cualquiera. dijo Ricardo.

Miguel Piña, de oficio platero, natural y vecino de esta Ciudad, de edad de cuarenta y un años, reconciliado y preso segunda vez por judaizante. Estando en forma de penitente, se le leyó su sentencia con méritos, abjuró de levi y advertido, reprendido y conminado, fue condenado en quinientas libras.

En mi sentir, hay un punto sobre el cual no vierte bastante luz el autor anónimo, ni nos habilita, fiándonos de lo que dice, para dar una sentencia adversa ó favorable. Es este punto la virtud ó capacidad docente de los Padres de la Compañía.

Ahora, si se quieren remedios más suaves, también los hallaremos en la Escritura. Meditó un instante y continuó: Oigamos al profeta Osseas sobre la tribu idólatra de Efraim: «Dales a éstos, Señor... ¿Qué les darás a éstos? Dales vientres sin hijos y tetas enjutasRecapacitemos esta inspirada sentencia.

Defendiendo a cierto criminal captó a los jueces con su donaire; pero como el fiscal apelase de la benigna sentencia dictada, el reo fué condenado a muerte, y Luis Vélez a pagar una multa.

Palabra del Dia

malignas

Otros Mirando